domingo, 12 de diciembre de 2010

AGRIO DESPERTAR...

Tus manos, tu piel, tu aroma, tus ojos,...
no puedo decidir que es exactamente lo que me fascina.

Diseccionarlo me parece sacrílego.
Como mutilar el objeto de mi amor, pues cuando se ama, se ama por entero.
Estas palabras están escritas por tí, para tí.

Entiendeme, no quiero que por ellas intentes comprenderme,
solo quiero transmitirte lo que siento, extrapolar estas sensaciones
que me han golpeado como un viento en el rostro.

Nunca nadie me contó que el amor me dolería. Nunca pensé que una se puede sentir rota,
muerta.

Lo aprendí golpe a golpe, paso a paso. Siempre me crecí ante el peligro.

Hoy de nuevo probé el sabor de la amargura,
y entre sollozos ahogados por la rabia,
callé mis viejos temores.

Agrio es el despertar en los albores del día, para descubrir
que el sueño es rasgado por una fina capa de rocio matinal.

Quizás me equivoque en dejarme guiar por tu ruta.
Hoy levantaré de nuevo mis muros de cristal,
esos infranqueables telones transparentes que intentan ocultar
el espectáculo de mi vida.

Muros que pesaran sobre los hombros, que sentiré fríos al tacto.
Muros que aprendí a crear no para protegerme, sino para protegerles de mi.

No intentes comprenderme, no lo lograrás.

De nuevo me destierro a mi misma de la tierra prometida.
Me obligo a abrir los ojos.

Agrio es el despertar en los albores del día...nunca nadie me contó que el amor me dolería.

Princesas

Princesas. Tul rosa y largos cabellos que nunca podréis cortar.

Condenadas a arrastras largas túnicas a la espera del príncipe encantado, rostros llenos de polvo por el paso del tiempo, telarañas entre los dedos.

Condenadas a la espera de un simple beso, sueño eterno de muerte, sangre coagulada en las entrañas.

No es bello ser princesa.

No me basta el beso eterno para del sueño despertar, por que vida entre algodones es mas que sueño eterno. ¿Quien quiso que despertase? ¿Que sucederá en las antecámaras del castillo?

Vida de atadura y amargura, coser cantar y bailar...¿ mas que me dicen de mis sueños? no los podre realizar...

Hermosa y mimosa, dulce y hacendosa,dócil y apacible, con príncipe posible, muerte indecorosa.

Sangre derramada, cortada por hoja afilada.

Sueño nuevo eterno, del que no podre despertar.

Nuevas telarañas, pueblan mis entrañas.

La sangre resbala, mas no temáis, es azul...

sábado, 9 de octubre de 2010

Alzo mis manos, que un día cubrieron tu piel.

Grito al viento tu nombre, pero El aleja las palabras...
El barro y mi cabello se funde en un cálido abrazo.
La oscuridad nubla mi vista. Grito al viento tu nombre, pero el trueno insonorìza mi voz.

Hoy el día se tiño de negro por mirarte, por sentirte, por odiarte.
Hoy de nuevo quise olvidarte, y de nuevo, me descubrí recordándote.

Rodeada de almas que vagan y pronuncian sordos lamentos. Cadáveres putrefactos bajo las tumbas. Niños que mueren de hambre. Rencor por el rechazo. Tijeras en mis manos, cortando los hilos necesarios que un día me ataron a ti.

Maldita por la eternidad, aislada por propia voluntad. Sencillamente no tengo fuerza.

Sonrisas que ocultan, lágrimas enterradas. Veneno que cubre mi lengua y al besarme muestras todo su candor, su dulzor, su eterna aflicción.

Fatal error del destino cruzar nuestras miradas fue, mas la muerte desvió cruzarseme primero.
Se oye en la calle el grito de la parca. Hija bastarda de la miseria, acuname bajo tus brazos. Que tu yugo caiga sobre mi rostro, más no manches mi vestido....

Las plañideras junto a mi cadáver lloran por mi muerte, más reír debieran. La noche cubre mi rostro, pero ni sombra de dolor.

Dulce es el sabor de la sangre que cubre mis labios, que llena mi alma, que pudre mi ser, que mata mi alma.....maldita por la eternidad.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Viuda Negra


Una sola de tus miradas puede helar la sangre de mis venas.
Una sola de tus palabras puede hacer arder mi cuerpo.
Un solo roce de tu piel puede matarme.

Quizás solo fuiste un hilo mas en la gran telaraña que es mi vida.
Quizás tendré que esperar, entre las sombras de mi habitación a que aparezcas de nuevo.
Preguntándote, si el tiempo puede borrar lo que el maquillaje oculta.

Destino, guia mis pasos, conduceme a ese lugar donde presente pasado y futuro se unen.
Quizás nunca pueda olvidar, quizás simplemente no desee hacerlo.


No es pecado equivocarse si con ello se aprende, no es un error perdonar para poder seguir avanzando.


La vida no es sencilla, nadie dijo que lo fuese. Pero hay que tomarla como tal.


Hay hilos que permanecen durante todo tu ciclo, que te sirven de guias y que a veces incluso no eliges. Hay hilos que trazas pensando que serán eternos y fuertes y que el más simple viento los corta en pedazos, cortando con el todas tus ilusiones.


Hay hilos que se forman sin saberlo, en las sombras, que no sabes si perduraran mucho o poco tiempo. Son aquellos hilos que sostienen de vez en cuando tus patitas cuando crees que vas a caer, y que no te piden que les des las gracias por estar ahí cuando les necesitas.


Así se forman los lazos sentimentales. Nunca sabes cuantos hilos tejeras en tu vida ni de que tipo serán. A su vez tu eres un hilo más en la vida del resto.


Una constante en mi vida que quiero y deseo recordar. Nacemos llorando, pero no solos, sino con el dolor y el sufrimiento de una madre; para morir acompañados por las lágrimas de unos hijos.


Es el orden natural de las cosas. Se dice que la viuda negra es la araña más peligrosa sobre la tierra, que mata a su presa inyectando veneno, paralizando y una vez muerta su presa, la devora.


¿Acaso el ser humano no se ha vuelto con el tiempo así? Envenena con pensamientos negativos a otros y así mismo, devora a todo aquel que considera peligroso y después se paraliza al darse cuenta del error...Es la naturaleza egoísta del ser más peligroso de la tierra.


Este es el significado de las princesas que cubren mis caderas, enseñándome día a día como debo y quiero ser. Dando significado a cada hilo, dotándolo de la importancia que merece y enseñándome que yo merezco la misma importancia que uno más. Una lección fácil de olvidar, difícil de aprender.


Samantha, mi pasado, cubre mi estomago. Un pasado visceral, lleno de errores y de crecimiento personal.


Venus, mi presente, anida en las ingles. Un presente de experimentación, de nuevos deseos terrenales y autoconocimiento.


Y mi preciosa Sin Nombre, en el muslo, zona ignorada. Desconocida, futura.


Quizás fuiste solo un hilo más en la telaraña que es mi vida, pero guia mis pasos hacia esa zona donde pasado, presente y futuro se unen...





sábado, 28 de agosto de 2010

El mal


El mal es una semilla que nace junto a nosotros. Anida en el alma, donde con el tiempo, hecha raíces. Cuando en los momentos de ira, se vislumbran las hojas de ese mal, tiembla la tierra que yace alrededor.

El mal que crece en mi esta tan oculto y tiene raíces tan profundas, que cuando emerge, la tierra se arrastra hacia los lados, por temor a arder en el fuego del infierno.

Hoy las llamas eran tan grandes que por un segundo he visto como el mismísimo demonio se hacia dueño de mis actos. Era tan real la sangre en mis manos que por más que contase, la calma no llegaba.

Era tan penetrante el olor del azufre, que pensé que mi habitación en llamas ardía. Los ángeles se arrancan los ojos al mirarme, cuchillo en mano.

La venganza tiene un sabor tan dulce, produce tal placer y tal satisfacción que nada puede superar...excepto un acto llevado a cabo por la ira, que condena tu alma eternamente, pero que sin duda repetiría...

Hoy solo a sido fruto de mi mente. Mis manos están limpias, ni rastro de sangre las cubre, pero aun puedo oler el olor del azufre, y mañana....

Mañana nunca se sabe.

sábado, 7 de agosto de 2010

Crueles Intenciones

La puerta se abrió con estrépito. El sordo sonido, atenuado por su sardónica sonrisa, no bastó para restar un ápice de belleza a sus facciones, modeladas a golpes de tortura por nocturna luz lunar. Ella, sonrió a su vez, casi anhelante, y levantó un dedo para accionar el interruptor de la luz, que llenó la habitación con una dura luz ambarina.

La recién llegada, extrajo algo de su bolso con rapidez: un cigarrillo, de los más caros. Lo encendió. Sus gestos parecían estudiados hasta los límites extremos de la lógica. Resultaban forzados y faltos de naturalidad. Su rostro era tan blanco como el de un esqueleto, pero tenía luz en sus ojos, tras ellos, se advertía todo un universo de mentiras y maquiavélicas maquinaciones.

-Esto no es una visita de cortesía- dijo la visitante- quiero saber porqué me sigues.

Buscó un cenicero con la mirada, y al no encontrarlo, cogió una copa del estante- el reconocimiento de algún evento deportivo- y echó allí la ceniza, despreocupadamente.

-Bien lo sabes- dijo la aludida, levantándose sobre sus inseguras piernas, mientras se sacudía de la ropa el polvo blanquecino del suelo.

-¡Maldita sea, Lo!- la increpó con fiereza- no tenía que pasar esto...

-Pero pasó...- dijo Lo, acariciándose involuntariamente el cuello, herido. Lo siento, Lizzie...

-¡No me llames así! Deberías temerme...-susurró Elizabeth, con la mirada herida, como si sus pupilas desearan retroceder hasta lo más rojo de su nuca, observó el cuello de Lo. La mortífera daga apenas había hecho mella en ella, pero una simple palabra suya, era capaz de arrastrarla en una intensa espiral de dolor y de deseo, hasta arrebatársela a los brazos de la cordura... tan prohibida tan... suya, suya para siempre.

-Te quiero, Lizzie- murmuró Lo, sin culpabilidad en sus ojos. Cuando salgo ahí fuera, entre la niebla, y me miran centenares de ojos, fulgurantes y acusadores, veo tu mirada en cada uno de ellos.

-¿Por qué...?-empezó ella.

-¿Por qué? ¿Por qué?- inquirió, exasperada- no se pregunta por qué cuando alguien te dice que te quiere, las personas se quieren y ya está y no hay mucho más que decir.

- No deberías haberte enamorado de mí- la acusó Elizabeth- ahora mismo deberías estar escondiéndote de ellos... y de mí.

-Tú no vas a hacerme daño, no eres como...ellos.

-No estés tan segura- dijo Elizabeth, con una mirada desafiante en sus ojos oscuros- tengo órdenes de matarte...

-¡No las obedezcas!- exclamó Lo, con un deje de desesperación en su voz- tú no eres como ellos, lo sé, estoy segura. Ellos mataron a mi hermano.

Lo dijo como si eso zanjara la cuestión, como si el hecho de que aquellos seres, ocultos en la penumbra hubieran matado a su único hermano, años atrás, fuera suficiente para que Elizabeth no la matara a ella. Aunque Lo sabía que el hecho por el cual Elizabeth pertenecía a ellos era por despecho, por despecho hacia su padres, por vengarse de todo y de todos. De un mundo, al que creía cruelmente confabulado contra ella.

Elizabeth suspiró.

-Si no les obedezco, me matarán a mí.

-Yo creía que tú y yo...

-Creías mal- la interrumpió Elizabeth- lo que ocurrió aquella noche, sólo fue un signo más de mi debilidad, mi estúpida debilidad que siempre me esfuerzo en ocultar ante un mundo maldito, que se hunde cada vez más en su propia miseria.

-No- trató de tranquilizarla Lo con su tono relajado, casi infantil- el mundo no se divide en buenos y malos, las personas pueden equivocarse, pueden rectificar, enmendar sus errores...

-Mi único error ha sido y será siempre haberme acostado contigo aquella noche.

Los ojos de Lo sé empañaron en lágrimas, que pronto empezaron a caer silenciosamente por su rostro, envueltas en un sentimiento incontrolable: dolor. Elizabeth se arrepentía de haberse acostado con ella. Recordó aquel instante, ya en la noche, con las siniestras emociones de lo prohibido acechando en el ambiente de un bosque maldito. Bajo un cielo distinto del anterior, en el que la niebla nocturna daba al bosque la apariencia de un lugar desolado, o del último rincón del infierno, sabiendo quizá, que tras la muerte de su hermano, no volverían a verse jamás. Las sombras de los árboles, desdibujadas a la luz de la luna, danzaban en silencio, ocultando el siniestro escenario a ojos de un mundo cruel y hostil.

¿Qué hacer cuando la soledad te ahoga si la única superviviente de la tragedia es tu peor enemiga? Creyéndose con derecho a observarte tras las rendijas de una máscara donde la sangre de tu familia brilla con inusitada lucidez ¿Y si te enciende la piel de deseo con esa mirada maldita?

El resto fue muy rápido, antes de que pudiera darse cuenta de lo que hacía, Lo se encontraba en los brazos de la fría asesina. Y, sin saber aún el porqué, se acercó y depositó un beso en los labios maléficos, pero suaves, recorriéndolos por completo con los suyos. Inició una lucha feroz y silenciosa enredando su lengua a la otra cuya victoria fue provocar en el otro cuerpo el mismo deseo que anidaba en el suyo, y buscando despertar el brillo de aquella mirada en la suya propia. Pronto perdió el control y se dejó acariciar por aquella mujer de ojos oscuros, sin saber que era lo que despertaban en ella su cabello de ángel y aquellos ojos, con el mismo diablo acechando tras sus crueles intenciones.

Los pensamientos de Elizabeth respecto a ella, eran muy distintos: “Por una parte, encarna una sensualidad y una actitud vital despreocupadamente contagiosa, pero es el molde adecuado para la exageración, la burla fina y ligera, la expresividad incontenida y cruel, tejiendo deseos imposibles de explicar inspirados en sus ojos verdes como la muerte.”

Se unieron en una danza salvaje, ahora ambas luchaban por controlar su respiración, jadeante, pero eso no hizo que detuvieran su empeño de acariciar el otro cuerpo, hasta provocar que anidara en él el mismo deseo que en el suyo propio, hasta aprender de memoria, la curva que asciende a lo prohibido. Entonces, se separaron. Y Lo tuvo que huir, porque tras matar a su hermano, aquellos asesinos mal nacidos, venían tras ella. Elizabeth no dijo nada. La dejó marchar. Incumpliendo su deber. Y Lo desapareció entre la penumbra del bosque. Supo entonces que no debería haberla dejado marchar, pero era demasiado tarde, el mal ya estaba hecho.

Lo volvió bruscamente a la realidad al notar una mano de Elizabeth sobre su hombro.

-Tienes que entenderlo- dijo ella- tengo órdenes de matarte. Te aseguro que no es agradable, ni mucho menos.

-¡Pero vas a hacerlo!- exclamó ella, dolida, zafándose de la mano de Elizabeth- ¿Entonces por qué no lo haces de una vez y nos dejamos de charla?- preguntó, gritando esta vez- ¡Vamos! ¡Mátame! ¡Mátame como mataste a mi hermano!-la increpó.

-Tu hermano quería que le matara-dijo ella simplemente- me provocó, como estás haciendo tú ahora.

-Yo no te tengo miedo- dijo Lo, y uniendo los hechos a las palabras, retiró un poco el cuello de su camisa, dejando al descubierto los restos de sangre seca que aún quedaban en él.

-Eso no lo han hecho ellos- explicó Elizabeth, tranquilamente, como se le explica a un niño de seis años que los reyes magos no existen- ellos habrían mordido, sin pudor, lo que tienes ahí es de alguien que se ha hecho pasar por ellos, es un corte con una daga de plata- miró el corte con más atención- me atrevería a insinuar que ha sido Tobías.

-¿Cómo... pero... lo conoces? ¿No acabas de decir que alguien se hacía pasar por uno de vosotros?

Elizabeth rió, rió con una risa fresca y sonora, como si nada en el mundo pudiera interrumpirla.

-¿Crees que todos nosotros somos aún vampiros?-inquirió. Luego tomó entre sus manos el delicado y blanquecino brazo de Lo, con cuidado, Lo casi habría asegurado que con ternura.

-Pobre niña ingenua- murmuró como para sí misma- si todos fuéramos aún vampiros, hace mucho tiempo que nuestra raza se habría extinguido, mi madre, de hecho, era mortal- añadió, como si comentara el tiempo que hacía fuera, oscuro y neblinoso- atacaba a sus víctimas con dagas de plata, simulando ser una vampiresa.

Lo la observó, con el espanto plasmado en su rostro, hermético, por lo demás.

-Entonces...- empezó, insegura- ¿Tú eres uno de ellos? Lizzie...- mustió.

Elizabeth sonrió para sus adentros.

-¿Esperabas que fuera una de esas estúpidas mortales que son capaces de pasar su vida entera en la oscuridad sólo para fingir que están de nuestro lado? No, mi querida Lo, soy una de verdad. Tengo más de seiscientos años- añadió.

-Si no fueras una vampiresa... ¿Vendrías conmigo?- inquirió Lo, con una vocecilla infantil.

-¿Ir? ¿Contigo? ¿A dónde?- Elizabeth habló con voz entrecortada, los pensamientos de Lo, expresados en voz alta, la habían sorprendido.

-No sé...- murmuró Lo- a donde sea, lejos de aquí, lejos de este mundo, maléfico, podrido e inhóspito.

-No tienes derecho a pedirme eso- dijo Elizabeth, aunque la inseguridad era palpable en su voz, habitualmente firme y sin titubeos.

-Dime la verdad- pidió Lo- ¿Quién eres realmente?

Elizabeth alzó una ceja, el sarcasmo podía apreciarse desde sus labios, curvados en una extraña sonrisa, hasta la punta de su pie, golpeando el suelo con insistencia.

-Te he dicho lo que soy: una vampiresa, con más de seiscientos años. ¿Qué quieres que te diga? ¿Que adoro la sangre? ¿Que no puedo pasar más de cinco días sin salir a cazar? ¿Que odio la luz del sol, porque podría matarme? Eso son cuentos de viejas- añadió con desdén- los vampiros de verdad no somos así. Nos ocultamos a la luz del sol, sí, pero no por su poder devastador, la oscuridad siempre ha sido aliada natural del mal. Nos movemos con facilidad entre sombras. Cazamos por diversión, no hay necesidad en beber sangre. Es la sensualidad del color rojo lo que nos impulsa a ello.

Lo la observó con sorpresa.

-Pero yo siempre había creído que...

-Ya te he dicho que eso son cuentos de viejas- reiteró Elizabeth con desdén.

Lo era siempre tan inocente... la observó a través de sus ojos, malditos por la avidez de sangre... ella era siempre tan infantil, tan deliciosamente pura e inocente... la de las alas blancas de inocencia, la de los labios rojos de pecado... como un ángel... suya, suya para siempre. La sintió allí, tan perfecta, en la inercia de su vida, precipitándose hacia su propio destino, sangriento y mortal. Para siempre... deseosa de sangre, recorrería las calles, sumidas en la penumbra, bajo la plateada luz lunar, siempre buscando nuevas víctimas, maldiciendo a su propio destino, que se había convertido en una cárcel, cuyos barrotes eran los huesos blanqueados de sus propias víctimas. Por primera vez, se sintió aislada de su propio mundo...

-Vámonos- repitió Lo, suplicante.

A pesar de saber que incumplía su deber, y que tendrían que pasar el resto de su vida, ocultas a ojos del mundo cruel que ellas mismas habían forjado, Elizabeth aceptó esta vez. Aunque más tarde, no sabría explicar porqué justo en aquel momento.

-Te quiero, Lizzie- dijo Lo.

-Yo también te quiero, Lo- dijo Elizabeth.

Y cogidas de la mano, emprendieron una huida desesperada, a través de las calles oscuras, lamidas por la tibia luz de la luna, una huida, que ya no cesaría jamás.

domingo, 1 de agosto de 2010

Dolor latente

Es impresionante….nunca me había pasado algo similar…

Todo empezó aquella noche. Fue un estallido, algo tan fuerte, tan evidente… ¿como pude obviarlo? Aquello era lo que durante tanto tiempo había buscado, y llega el, sin nombre, sin rostro…y me lo muestra.

Siempre había oído hablar de la estética del dolor, del morbo que puede llegar a producir, del placer,… ¿pero sentirlo? Eso era algo que nunca me había planteado. Estirar de la correa, morder, arañar,…unos límites demasiado fuertes para sobrepasar. ¿O quizás no?

Entonces llega el, me lo muestra y se va….se va por donde vino, sin mediar palabra, sin una mirada. Justo lo apropiado. Aquella mañana me dolía todo, nunca pensé que el sexo podía ser tan doloroso y tan placentero. Nunca digas nunca, nena.

Pasaron días, meses….quizás años, no lo sé, fue algo que enterré, como algo vergonzoso que se oculta por miedo a la crítica. Una tía que le va que le peguen… y que le encanta ser violenta, en la sociedad de hoy en día… Lo olvidé, y mis relaciones se volvieron de nuevo “normales”, monótonas.

Hasta que un día…llego un nuevo hombre a mi vida. Un hombre que hizo renacer todo de nuevo. Y yo, propaganda en mano…

Le vi venir, se acerco, me miro y un simple gesto de sus labios hizo que mi cuerpo ardiese en deseo. Son sus labios los que provocan en mí un constante estado de excitación, los que me arrastran al lado oscuro y con los que muero cuando los siento entre mis piernas. ¿Cómo puedo tener la sensatez suficiente para olvidarme de ellos? Mi vello se eriza con su paso, me anuncia su llegada, me insta a que adivine su recorrido. Se hace amo y señor de mi piel con esa boca.
Y sin avergonzarme, aquella noche me liberé y empecé a golpearle.

Quizás le divertía, alguien tan graciosamente pequeña, con una apariencia tan frágil,… ¿Pegándole? Y más me sorprendió cuando pasó de sujetar mis manos a azotar mi rostro. Un placer como el fuego invadió mi cuerpo y al besarle, mordí sus labios tan fuerte que la sangre manó de la herida, inundándome. El dulce líquido se derramó por mi cuello. Lejos de asustarse, siguió mi juego. Clavo sus dientes en mi brazo y desgarro mi piel hasta hacerme sangrar. Un corte, un beso, una caricia, un azote,…todo se cruzo, se mezcló.

Dulce sabor de la agonía, Placer atado a una cadena que pende de mi cuello… sus manos pellizcando mis muslos, sus dedos recorriendo mi Tatuaje, viudas negras emponzoñando mis caderas.

Con la correa de mi cuello, esa tan linda que todos admiran llamándome “gatita”, le até el cuello y apreté. Apreté tanto que el aire llegaba a duras penas a su rostro. Lagrimas de amor asoman a sus azules ojos…que contraste tan bello…azul del cielo y rojo sangre.

Clavé mis uñas en su torso, mordí su cuello y la sangre lleno mis labios. El respondía también con golpes y mi sangre mancho las sabanas.

Pasaron horas, y el juego seguía…Quise llevarlo un paso más. Reviví todo el instinto animal que latente se escondía en mí. Ate sus manos a la cama y con un cuchillo realice suficientes cortes como para ver su sangre resbalar por los brazos. Era precioso ver ese color tan rojo resbalar por una piel tan blanca, tan pura. Su gatita y yo lamiamos la sangre que goteaba.
¿Porque me producía tanto placer verle sangrar? Y el allí, atado, sonriéndome, cada vez más pálido pero pidiendo más…

Le borre esa estúpida sonrisa de enamorado a base de golpes…. No te enamores, no, nunca, niégalo, niégalo todo…

Es normal enamorarse de alguien que como yo, te ofrece su sangre, te ofrece el alma…pero no me des tu vida, al menos esta noche no, no me la des, quédate conmigo, amor….

Sus ojos, cerrados, su piel, suave y pálida…inerte. Su cuerpo, flojo y maleable…y su gatita lamiendo los restos de sangre.

Esa noche aprendí que los limites del deseo son infinitos, que los lazos del amor van más allá de todo y que la vida….la vida está para vivirla…

Darkny the doll

martes, 20 de julio de 2010

.........

Nunca fui buena contando historias, de hecho, creo que a nadie le interesan. Intento aprender de mis errores.
Lo único que siempre deseé era ser lo que necesitabas, estar a tu servicio, Pero ahora estoy sola porque estabas aquí y te has ido. Y lo único que siempre deseé era sentir que tenía un propósito.
Quisiera que sangrases por mí, porque no llegué a estar contigo.
Ahora estás atrapado en mi mente. Y todo lo que puedo prometer, es decir lo que estoy sintiendo y si tienes que partir quisiera que me dejaras y punto, porque siento todavía tu presencia y no me dejara sola. Estas heridas no parecen curarse, hay demasiadas cosas que el tiempo no puede borrar. Solías cautivarme con tu brillante luz que ahora me encadena a la vida que dejaste atrás. Tu rostro me persigue en sueños en un tiempo felices, tu voz se ha llevado mi cordura.

Quiero que sepas que hay otro mundo dentro de mí que tal vez nunca has visto.
Hay secretos en mi vida que no puedo guardar.
En algún rincón de esta oscuridad hay una luz que no puedo encontrar.
Tal vez está demasiado lejos, tal vez estoy ciega, no te diría una cosa dañina que no diría a mis amigos.

lunes, 31 de mayo de 2010

Ophelia infernal PENUMBRA

Imagina un gran espejo, con molduras de color cobre y flores en relieve de gran belleza. Un espejo que cuelga de una pared y que cubre una altura de casi dos metros y medio. Un espejo majestuoso, digno de una princesa, e incluso, me atrevería decir que de una reina. Colocado en una habitación inundada por la luz de la mañana, la brisa fresca del mar entra y llena cada espacio, dotándolo de un halo de ensueño.
Ahora, imagíname. Llevo un vestido de seda color verde claro. El escote marca mis hombros, el rígido corsé ciñe mi talle y eleva con dignidad los pequeños montículos de mis pechos. Bajo el corsé, se extiende una amplia falda de gasa, seda y tul del mismo tono, que no deja ver mis pies descalzos. Mi cabello, color del fuego, cae por la espalda en suaves ondas. Mis ojos posen una dulce sabiduría que no se corresponde con mi edad natural.
Y mi boca…solo pronuncia bellas palabras, sonrisas y tiernas expresiones. Soy todo lo que cualquier hombre o mujer puede desear. Soy luz, amor, sinceridad.
Avanzo lentamente hacia al espejo, el sonido de las telas producen un dulce y sutil sonido. Levanto el rostro y me observo.
Observo mis vestido, mi disfraz de serpiente, que se pega a mi piel y se confunde en cada uno de mis pliegues, produciendo un brillo extraño en la penumbra que ilumina la luz de las velas. El cabello rojo como el fuego flota alrededor de mi rostro, mis manos tienen unas largas y negras uñas que contrastan con la blancura de mi piel. Mis ojos, antes dulces ventanas de mi alma. Ahora, son las ventanas al abismo. Profundos y oscuros surcos recorren sus profundidades.
Y mi boca…solo blasfema, sonrisas inundadas de ironía y expresiones de amargor. La sangre se escurre por sus comisuras, pero mi lengua se relame y no deja vestigio de sangre sobre mi rostro. Soy oscuridad, odio y venganza. Soy una Mayfair tan poderosa como jamás la hubo sobre la faz de estas desoladas tierras.
Soy la araña, que teje su propio destino, con paciencia y tesón, que siempre consigue todo aquello que se propone.
Y esta araña quiere moscas, dulces moscas. Miel en mis labios, moscas en mi estomago. Como el fuego, la sangre y el infierno, rojos son mis ojos al enfurecerme. Adoradora del diablo me
proclamo, seguidora de Baco, perra del infierno, elegida por la parca, muñeca infame, Ophelia infernal…
Carne elevada a carne, mirada dura como el diamante,…
Al retirarme del espejo, se opera el cambio. Lady pomposa queda enganchada dentro del espejo, el cual golpea una y otra vez, intentando romper su prisión de cristal. Golpea repetidas veces, cada vez con más furia, con menos fuerzas. Su dulce piel se astilla, manchando su claro vestido de roja y caliente sangre.
La observo del otro lado, con una sonrisa asomando a los ojos. De los suyos empiezan a asomar lágrimas, las cuales intenta ocultar tapándolas con sus manos. Su rostro ahora está lleno de sangre y al darse cuenta, lady pomposa grita. Yo rio, rio tan alto y tan fuerte que creo que voy a morir de placer.
Lady pomposa sigue con su baldío intento de romper su prisión. Esta vez los nuevos cortes son tan profundos que la sangre mana como un rio por sus blancos brazos. La sangre brota del espejo, al cual acerco un cáliz. Un cáliz que la mismísima Pandora me obsequio. Lo más importante para el ritual ya lo tengo.
He conseguido engañarme a mí misma, aunque haya muerto en el intento….

Ophelia infernal MUERTE

El cáliz rebosa de sangre. Ophelia sostiene entre sus manos su componente más preciado y lentamente se dirige hacia la mesa de operaciones. No olvidemos que Ophelia no quiere derramar ni una gota. La sangre aun está caliente y su aroma nubla sus sentidos.
La deposita sobre la mesa y se dirige a la nevera. De allí extrae una bolsa. Coge un gran cuchillo y abre la bolsa. El cadáver de un bebe de apenas unos meses aparece ante su vista. Ophelia lo acuna tiernamente mientras enciende unas velas, coloca algo de incienso y pone un poco de música. Baila por la habitación con el frio cadáver del niño entre sus brazos.
Cuando se cansa, lo deposita en un rincón.
Busca más componentes…ojos de pez, vino, el caldero, opio, manteca de cerdo,..Todo está listo. Poco a poco lo coloca sobre la mesa y se concentra.
Enciende el fuego y añade el vino.
“Oigo el burbujeo, ahora la manteca de cerdo y los ojos. Opio, ajenjo,… ¡ah! ¡Se me olvidaba! solo necesito la jeringa correcta...”
Ophelia busca en una caja del suelo y con una gran jeringa en una mano y una pequeña hacha de carnicero en la otra, camina hacia el cadáver del bebe que yacía olvidado. A la luz de las velas, levanta el hacha y de un golpe seco secciona un bracito al niño.
El llanto del niño inunda la habitación. La sangre ha salpicado el rostro de Ophelia. En realidad, ni un solo ruido ha roto la calma.
Dulces pensamientos… Ophelia clava la aguja sobre el cráneo del niño. Solo sangre.
“¿Sangre?”
Toma el hacha entre sus manos y secciona el cráneo del bebe, dejando al descubierto una masa viscosa y gris que arranca y toma entre sus manos.
Dulces pensamientos…añade la masa en porciones, junto a restos de su cabello púbico. Añade la sangre del cáliz de Pandora.

Escudriña la mano inocente, la coloca en la mesa, busca una botella de ron y bebe. Bebe y baila alrededor del caldero, murmura y golpea los pies descalzos contra el suelo. Ophelia tiene los ojos en blanco, de entre sus dientes de escapa ron y babas a partes iguales.
El fuego crece y crece en el caldero. Ophelia cae. Cuando despierta, sus ropas están rotas. Los cristales de la botella de ron están por todas partes. Ophelia coge la mano del niño y la coloca dentro de la mugre del caldero. Lo tapa y lo deja junto al espejo de Lady, para que la luz de la luna lo macere.
“Dentro de 15 días, oiré tu voz de nuevo,…”

Ophelia infernal DESEO

Sus labios están tibios a pesar de que la muerte los beso en repetidas ocasiones. Sus manos siguen igual de grandes, fuertes. Su contacto me sigue excitando a pesar de ser un frio cadáver sobre la mesa.
Le abro los ojos, esos ojos grandes, oscuros, en los que me he ahogado mil veces. Es un cuerpo muy bello cuando está desnudo. Su torso sería perfecto si no fuese porque la putrefacción empieza a cubrirle. Su aroma es muy intenso y cubre cada uno de mis poros. Mi imaginación va más veloz de lo que van mis manos, que le recorren centímetro a centímetro, admirando el cuerpo que un día lleno de vida, me abrazo bajo las estrellas.
La muerte cruzo nuestros destinos.
Ophelia busca un cuchillo con el rascar la podredumbre del cadáver. La nevera que tiene es muy pequeña, y aunque no desea cortar a trozos a su amado para poder conservarlo, sabe que no tiene alternativa.
Pacientemente, arrastra con el filo del cuchillo las moscas, gusanos y los trozos devorados por los insectos. Tiene que limpiarlo en repetidas ocasiones. Una masa viscosa y oscura se adhiere a sus dedos. El hedor narcotiza los sentidos de Ophelia, que se hunde en sus recuerdos mientras trabaja afanosamente el cadáver. Recuerda el contacto de sus brazos rodeándola, la risa. Besa entre lágrimas los restos de su amado, le entreabre los labios e introduce su lengua, moviéndola, saboreando el sabor de la muerte, la amargura de la putrefacción.
Esta noche será el zumbido de tus moscas, el más bello susurro de amor que me dediques. Esta noche, compartirás tus gusanos conmigo.
Ophelia se desnuda sobre el cadáver y lo besa en repetidas ocasiones, contoneándose a ahorcajadas sobre él, manchando sus dedos, sus labios, su sexo, de muerte.
Cuando acaba, sonríe satisfecha. El cadáver que yace bajo sus piernas, sobre la mesa, está caliente. Algunos insectos han muerto aplastados bajo su liviano peso. Ophelia está cansada. Sabe que ha de poner remedio a la putrefacción, o no podrá llevar a cabo su propósito. Se levanta y busca el hacha que uso con el niño. Es un hacha de carnicero, perfecta para cortar
pollos, niños, gatos y demás seres menores. ¿Podrá este instrumento cortar los fuertes brazos de su amado? ¿Y sus piernas?
Hacha en mano, Ophelia arrastra el lamento. Golpe tras golpe, secciona sus miembros. Brazos, cabeza, piernas, torso,…cuando acaba, su rostro está salpicado en sudor y sangre.
Va introduciendo los pedazos en bolsas y guardándolos en la nevera. Al acabar, hay tanta sangre coagulada, que no sabe en qué rincón descansar. Se acurruca en un rincón y duerme. Sus sueños, al igual que sus cabellos, se tiñen de sangre y se oscurecen.

Ophelia infernal RITUAL

Los días han pasado. Ha llegado el momento. Mis cabellos antaño fuego, hoy solo son carbón usado. Me levanto, me tiemblan las piernas, pero consigo no flaquear. Me acerco al vasto espejo que regenta mi sala para observar mi imagen. Chupo los restos de sangre coagulada que se acumulan ante él.

Mi pelo está sucio, al igual que mi rostro, mis manos y mi ropa. Pero ha llegado el momento. Busco la mano que corté y la embadurno con el emplasto sanguinolento que ha macerado a los pies del espejo.

El cadáver está listo, he pasado un par de horas cosiéndolo trozo por trozo. Largas costuras recorren tu torso, tus brazos, tus piernas. Pero tu piel es oscura, apenas se ven los hilos. Que ironía, Aracne tejiéndose un amante…

Prendo un dedo del niño, como una vela, y con su cera cubro las costuras. Se inicia el ritual.

Sin dios y sin demonios, sin nada en lo que creer. Cree en la carne, cree en la sangre. Ahoga tu culto en fuego y ron. Soy Ophelia, salida de las mismísimas entrañas de la tierra.

Fuego nace en mis manos, mis ojos, mi boca. Cubro los labios del cadáver con los míos y le infundo la llama de la vida. Siento sus dedos tirándome del pelo, arañándome la espalda. Siento mil insectos entrar por cada uno de mis orificios, pero los hago arder. Escucho gritos desgarradores alrededor. La vida se me escapa, pero me aferro fuerte al dolor que siento en mi piel.

Los ángeles del infierno recogieron las cenizas esparcidas. El fuego sofocante se apago como un suspiro en medio de la noche. Juntos contemplamos las estrellas y sabemos el camino que hemos de recorrer. Mil cicatrices recorren tu cuerpo, vivo por mí. Lejos, se oyen sirenas. Recorro una a una las marcas de tu cuerpo, que se tiñen negras al contacto de mis dedos. Nada enturbia tu belleza. Nada ensombrece mi valor.

Cubres mis llagas con tus labios… Soy la araña, que teje su propio destino, con paciencia y tesón, que siempre consigue todo aquello que se propone.


Ophelia inmortal OSCURIDAD

Cuando Ophelia despierta de su sueño, descubre que el ritual vuelve a ser pasajero. El amor es efímero. El dolor…infinito. Apenas unas horas de vida, el cuerpo yace de nuevo inerte sobre la mesa. Ahoga sus gritos y sigue buscando, la forma de traerle. Quizás necesite más sangre, más sesos, más muertes. Ophelia se corta, se arranca trozos de dedos, de orejas,.. Llevara de nuevo el ritual. Y así, Ophelia continua su existencia, pintando de sangre su rostro, llenando su cuerpo de heridas y el de su amante de costuras.
Ophelia, la muñeca del destino.

Lady darkny the doll

jueves, 20 de mayo de 2010

De las cenizas....

La primera vez que pude ver tu piel un muro de cristal no me dejo abrazarte
quiero ser feliz tan solo con mirar y ver como tus ojos se clavan en los míos
gritaré, al ver que no sangran tus heridas...
Quiero no llorar, debo de luchar.
Sueño con tener la oportunidad de poder romper esta caja de cristal

Cuando solo el orgullo te queda, cuando mostrar el más mínimo sentimiento es signo de debilidad, cuando necesitas ser fuerte como el acero y mirar sin que tus ojos revelen tristeza, añoranza,...

Deja ver tu entereza, agárrate al amor propio, y si tu amada indiferencia aún no ha llegado, llámala por teléfono, nena.

Hay que conocer la tristeza, para valorar la alegría. Hay que amar a la muerte, para abrazar los designios de la vida. Hay que sentir el calor, para añorar el frio.
Tienes que ser oscuro, para que la luz te guie. Pensamientos sueltos, palabras desintegradas.

Pensaba que me dolería, pensaba que la rabia me invadiría, que irrumpiría en lágrimas en cualquier instante,… pensaba que mi corazón seguía roto.
Cual sorpresa la mía, ¿envidia? ¿Dolor? ¿Añoranza?....indiferencia. Fría, oscura y amada indiferencia. Es el sentimiento más vacio que existe, es el sentimiento que más me llena poco a poco.
Amada indiferencia, colma mis manos y entrega todo aquello que te donaron, pues nunca fue un sincero regalo, sino una caridad propia del vacío que produjo su amor propio. Vanidad.

Templa tu mente, siente la fría sangre que bombea, poco a poco y cada vez más lento, tú agrio corazón. Amada indiferencia, sonríe ante el espectáculo que ante tu impasible mirada se produce. Todo es efímero, todo es cóncavo. Solo tú te muestras tal cual eres, sin residuos, pura.

¿Sabe la sangre de igual manera cuando se derrama voluntariamente? ¿O acaso se muestra más dulce en los dedos y en labios entreabiertos, que en el frio envoltorio de un cadáver? ¿Acaso no produce el mismo efecto de éxtasis, si lo pruebas de forma indiferente en un cuerpo frio que caliente? Amada indiferencia, juntas sembraremos el camino de hojas secas. El crujir de sus cuellos será la más dulce melodía que compartiremos.

Dulces mentiras, a quien intento engañar.
La llaga no cicatriza más rápido con sal, el dolor no cesa si me regodeo en su textura. El relieve y la forma de sus manos, marcadas en mi piel a fuego. Alas negras cubren mis ojos.
Respira esta densa tensión y llena los pulmones de su acida negrura. A quien intento engañar.

Como arena entre los dedos expiró mi tiempo. Por más que tenses los músculos de tu cuello, por más que corras tras las huellas de mis pasos, nunca, jamás- volverás a sentir la frialdad de mi contacto, y comprenderás, que mi tiempo, fue solo un sueño transformado en pesadilla.

sábado, 15 de mayo de 2010

Oscura, Visionaria y Nihilista

“Manejaba sus bellas palabras como espadas, brillaban con intensidad, y cada una desnudaba un nervio o jugaba con un hueso. El no tuvo en cuenta que hacía daño, no le preocupa al acero esa cuestión, una vulgar mueca en la carne…El dolor es humano, descortés.
El corazón me pidió Placer primero, después, excusarse del dolor.
Después esas pequeñas bagatelas que amortiguan la angustia, para más tarde y si fuera ésa la voluntad de su amo, El privilegio de morir.
Te lo contare todo: aquel despojamiento, Como sentí, primero, en mi, la medianoche. Y todos los relojes del mundo se pararon. Como el dolor se adormeció –un poco-, como si mi alma fuera sordomuda e hiciera solo signos –hacia ti-.
Te contaré como intente guardar una sonrisa para ti, tras este abismo. Perdóname, si llego a la tumba tan despacio, por la codicia de mirarte.
Perdóname, si al acariciar tú escarcha, Eclipso el paraíso.
La renuncia es una penetrante virtud. Es dejar ir una presencia, por una expectativa. Es apartar los ojos en el amanecer, no vaya a ser que el día, y su gran progenitor, venzan a la renuncia.
Es la elección contra sí misma, para justificarse a sí misma. Cuanto más grande es su acto, más pequeña parece esa visión, que aquí, se oculta.
Ha de ser doloroso - una especie de pérdida- apartar la mirada de la mayor belleza. Esta belleza que me oprime hasta la muerte. Belleza ten piedad de mí. Pero si muero hoy, Que sea contemplándote…”

Lady Darkny the doll…más oscura, visionaria y nihilista que nunca.
Citas de E. Dickinson…

Mil formas de morir

Hay mil formas de morir Unas de forma consciente, otras en manos de. A veces la muerte te alivia, las menos te arrastra.
Caer desde gran altura, trozos sanguinolentos derramados. Abrir un canal en tu muñeca y con ese reguero alimentar las cañerías de tu baño. La muerte dulce, la llaman.
Otra forma de morir es tomar el medicamento más fuete que poseas, y multiplicarlo por tres. A veces la muerte llega en forma de lenta enfermedad, otras, llega accidentalmente. También se han dado casos de ingesta de veneno, tiros a bocajarro.
¿Cuál es el método infalible? No lo sé, a mí, me mataron con un lápiz.
Y pensareis… ¿cómo se puede matar a alguien con un lápiz? Pues bien, existen muchas formas.
Uno puede clavarlo en los ojos, la parte posterior del cuello, puede clavarlo en las muñecas, puede rajar un cuello como un folio, incluso se puede clavar en el pecho, como si de una estaca se tratase.
A mí me mataron tus palabras, esas palabras que al leerlas produjeron tanto dolor en mi pecho, que más me hubiese valido tener otra forma de morir ya antes mencionada.
Y cada vez que leo lo que decías, pensabas o sentías, muero pensando en la contradicción de estas palabras, en su significado oculto, en cómo me has sentenciado sin saberlo, en mi fría, oscura y húmeda tumba.
Ahora puedo verte mejor, en las tinieblas no necesito luz, pues mi amor es un prisma que excede a la propia aurora.
Mátame, mi alma se alzaría cantando a los ángeles del infierno, y tuya sería todavía.

Darkny the doll

viernes, 30 de abril de 2010

Reflexión....

«Debo confesar que he visto con innegable claridad, que la naturaleza de mis poderes y medio de existencia confirman la supremacía ontológica de una filosofía sensualista que predomina en mí, a medida que paso de momento en momento y de hora en hora afanada en asimilar el universo que me rodea y el microcosmos de mi propio ser. Esto exige de mí una inmediata redefinición del concepto de lo místico para incluir un estado totalmente carnal, trascendente y orgásmico, que me conduce, cuando bebo sangre o contemplo una vela encendida, más allá de todo límite humano epistemológico. »
»Si anteriormente la hermenéutica del dolor me había convencido plenamente de mi salvación personal, si había ideado una exhaustiva oración de silencio en la que había abrazado a Cristo y sus cinco heridas a fin de soportar la finalidad que consideraba ineludible con respecto a mí, ahora comprendo que me aproximo a Dios por un sendero sin definir.»

»¿Es posible que por el hecho de ser una vampiro, y de poseer un alma de vampiro a la par que humana, esté exenta de las obligaciones humanas y de toda condición ontológica humana? No lo creo. »

»Por el contrario, creo que tengo el deber de cumplir la suprema obligación humana, pues aunque me he convertido en vampiro por propia decisión y mediante un bautismo de sangre, sigo siendo humana por nacimiento, madurez y naturaleza física esencial, y, por consiguiente, debo compartir la condición humana pese al hecho de que no envejeceré ni moriré según las pautas habituales. »

»Para retomar la ineludible cuestión de la salvación, sí, sigo viviendo en un universo relativista, por más espectacularmente que se me pueda definir en cuanto a forma y función, y me hallo en la misma dimensión en la que existía antes de mi transformación, por lo que debo preguntar: ¿acaso me hallo inequívocamente fuera de la economía de la gracia establecida por nuestro divino Salvador a través de su Encarnación, incluso antes de su Crucifixión, hechos estos que creo que ocurrieron dentro de la historia y la cronología humana, que conozco y de los que exijo una respuesta?»

» ¿O pueden los sacramentos de la Santa Madre Iglesia redimirme en mi presente estado? Deduzco, por mi breve experiencia, por el éxtasis y abandono que han sustituido innegablemente todo dolor y sufrimiento dentro del organismo que soy, que mi misma naturaleza me ha excomulgado del Cuerpo de Cristo. »

»Pero es posible que jamás averigüe la respuesta a esta pregunta, por más que investigue el mundo y a mí misma, ¿Acaso esta ignorancia no me aproxima más a una participación plenamente existencial en la humanidad? »

»Lo prudente es aceptar, con profunda humildad y con el afán de alcanzar cuanto antes una perfección espiritual que justifique mi existencia, que quizá no logre averiguar a lo largo de mi periplo, ya dure incontables siglos o unos breves años de un éxtasis casi insoportable, si comparto la Redención del Salvador, y que mi misma ignorancia puede ser el precio que deba pagar por mi sensibilidad extrahumana y mi inherente triunfo ávido de sangre sobre el dolor que padecí con anterioridad, sobre la inminente muerte que me tiranizaba, sobre la omnipresente amenaza del tiempo humano…»


Darkny the doll

La cicatriz de Marta

Las cicatrices siempre serán cicatrices. He de cortar el nexo que me une a ti, ese cordón umbilical llamado amor que día tras día me ha alimentado de falsos anhelos.

Siente lo que yo siento, llora por todas las lagrimas que en silencio pronuncio, grita por todo lo que con una mirada me callo.

¿Sabes lo que es recordar cada detalle, cada palabra, cada mirada? Es revivir día tras día aquello que ya ha fallecido, como amamantar el frio cadáver de un hijo que nace muerto, y mientras lo acunas y le cantas para que duerma, su suave piel se va descomponiendo poco a poco hasta que un día su olor te abruma y su piel se torna de un color quimérico, pero aún así te niegas a enterrarlo porque es un trozo de ti.

Descubres que aquella base que creías solida y en la que asentabas tus principios se vuelve como un cuadro de Dalí.

Hoy el último resquicio de esperanza que me quedaba se ha resquebrajado. Cuando estás en el fondo, aunque el aire apenas llene tus pulmones y sientas la sangre golpeándote con furia en las sienes, has de saber que solo te queda subir.

Solo queda una larga y profunda cicatriz en el vientre, un pecho lleno de agrio amor y un vacio junto a tu cama.

martes, 20 de abril de 2010

Punto de partida

Todo lo que empieza, ha de acabar
En el punto de partida
Hay un dolor tan poderoso,
que toda sustancia devora
y si yo de mi misma desterrarme el don tubiera....

La sangre siempre es agradable, cuando se derrama por amor.
Tu me mostraste sueños
y yo deseé que se volvieran realidad
tus oscuras intenciones, tus sentimientos por mi
Angel caido, dime porque
cual es la razón, la espina en tu ojo....

jueves, 25 de marzo de 2010

Andrea

Su peso era tan ligero como el de una pluma. Incluso la más leve ventisca podía tirarla al suelo. Su piel, anormalmente clara se torno traslucida. Sus ojos, antes llenos de vida, ahora estaban apagados, vacios. El pelo se caía por el rostro y por la espalda, como un gran manto que cubría su cuerpo. Ese cuerpo que en cuestión de 2 meses se volvió más que huesos y piel.

Andrea y sus cuchillas, en el baño, cortando su felicidad como si de una carnicera de su propia piel ella fuese. Andrea, esa chica que por solo estar un poco más cerca del ideal, sin saberlo, está más cerca del abismo.

De su brazo izquierdo, mil agujas cuelgan. Intentan llenar el espacio que se ha formado entre la piel y sus costillas. En los pasillos, las enfermeras pasean de un lado a otro con sus blancos uniformes. Los enfermos se quejan de múltiples dolores y otras afecciones. Andrea guarda un silencio que cualquier tumba envidiaría.

Ayer su hermana le regaló unos largos guantes de terciopelo que ocultarían las costuras, pero Andrea se niega a usarlos. No se avergüenza de sus costuras que pronto no serán más que unas largas cicatrices paralelas en sus brazos. No oculta su desinterés ante aquello que la rodea.

Pasan los días y Andrea recibe familiares y amigos, su habitación se llena de postales que desean su mejoría. Cae la noche y Andrea arrastra los tubos que la unen a su cama, dejando que de su piel caigan las agujas.

Como una sombra se desliza por el largo y oscuro pasillo del hospital, sus pies descalzos no producen sonido alguno.

Como un gato se ovilla para no ser descubierta ante la guardia de la noche. Ya en el baño público, contempla su rostro ante la oscuridad del espejo, y le gusta tanto lo que ve, que con suma delicadeza sonríe.

Decidida, sus pies descalzos se alzan sobre la tapa del inodoro y estira sus manos que desenroscan la bobilla.

Andrea vuelve a su habitación y contempla bajo la luz de la luna su adquisición. Rompe el cristal y sostiene entre sus finos dedos un trozo sumamente afilado. Calcula que serán las 12.

Mañana, cuando la luz de la mañana se filtre entre los barrotes, las enfermeras, con sus blancos uniformes, descubrirán entre las sabanas rojas, el cadáver más hermoso que Andrea pudo soñar.

lunes, 15 de marzo de 2010

Salpicada por las trampas de las palabras que hacen que los contornos se difuminen.
Había que crear un estereotipo del enemigo para recuperar su absolución.
Una pobre excusa para su incursión, para retirarse de las profundidades.

En marzo las diez legiones han de llegar.
Si bien de armas cruciales no se,
Sé de la pluma para llevar en la mano
Encerrados en la sangre...
Sus cuentos chinos creeré.


Yo, bajo la forma espectral
Evocando los temores de Baring
Sonrío a mi muerte, y mientras me muera
Aprecio de las raíces de mi perseverancia...

lunes, 8 de marzo de 2010

Pequeño y oscuro....

Pequeño y oscuro, en un lugar de mi mente anidas. Alimentándote de mis dudas, de mi fracaso y de mis errores.

Alojado en un lugar donde todo puede ser posible, nadando en la perdición, dependiente de un amor vacio.

Pequeño y oscuro eres, oscura es tu existencia. Tan oscura como la noche aquella en la que te sentí por primera vez.

"Y como la muerte yo esperar no pude, ella muy amablemente vino a buscarte"

En un campo de lodo yace tu pequeño cadáver.

Pequeño, oscuro y frio, hasta que el próximo verano inunde tu pequeño lecho de flores.

Entonces ya no serás un ser pequeño, oscuro y frio, pues al fundirte con la tierra, estarás allá donde yo esté.

La luz del sol iluminara tu tumba y calentará la tierra que tu cuerpo a consumido.


Inspirada por una canción de Apocalyptica

miércoles, 3 de marzo de 2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

Renacer: 2º Parte

En la más sombría noche....bajo el amparo de la luna llena....

Trozos diseccionados de mi antiguo ser...esparcidos por la arena....de nuevo...demasiado riesgo.

El cazador cazado y su sombra que aun me sigue. No sé si quiero salir de este valle helado, prefiero seguir vagando en soledad, esperando a la escolta que me prometiste....como tantas otras cosas que prometiste y aun he seguido, tonta de mi, esperando....y cuando la luna descubre de nuevo su rostro, ahí aparece....ese ser....y sé que me dejare llevar, ya sea para bien...o para mal.

Así transcurren mis últimas noches, amparada en la calidez de su pecho, con el sonido del viento.

Y como todas las noches, ahí está de nuevo...caliente y palpitante...tan expuesto a mis labios, incitándome a morder...imagino que lo hago...basta un solo instante, entreabro mis labios y cubro su cuello. Acto seguido, mis incisivos se hunden en su cálida carne....adoro esa fracción de segundo en la que mis labios besan su piel, en el que rompo esa fina película que recubre el sabroso liquido, y por un instante puedo olerla antes de degustarla.

Ansiosa, mana, llenándome la boca. Su amor se derrama por mi cuello y sigue su camino por mi escote. No se detiene ahí. Es tanta que siento que me ahogo, me quema por dentro... ¿Se puede morir de placer? Porque si es así, este es el momento perfecto.

Y cuando todo acaba, aún estás ahí, cansado y sonriente. Me siento feliz de tenerte conmigo, eres mi nexo con la vida. Eres mi compañero, mi amante y mi alimento. Me proporcionas calor, me infundas confianza.

Sé que cuando se aleje, la duda cubrirá mi mente, nublara mis pensamientos, me invadirá…
Aún a riesgo de parecer una chalada, he caminado en el día más frio de este invierno con una simple camiseta de tirantes y un vaquero desgastado para solamente sentir el viento acariciando mis brazos.

Respiro el aire de la noche y experimento la libertad, contemplo las nubes que cubren el cielo, que cubren las estrellas que creía que me guiaban…

Aún a riesgo de parecer una chalada ante las miradas extrañas de los viandantes, he caminado bajo la lluvia sin paraguas, para sentir el placer del agua recorriendo mi rostro.
Me he quitado los zapatos y he pisado el barro que la tormenta ha dejado en la linde del camino. Hundo mis pies en la fría tierra que un día de estos será mi sepultura. Marco cada paso que doy.
No dudo de la solidez de lo que toco, no dudo ante el viento, la lluvia o la tierra. Dudo de mí.
Porque todo es tan difícil…Siento como si de las entrañas de la tierra, ella me llamase.

Sus huesos astillados, su carne putrefacta, el olor de mi pelo húmedo por la lluvia… A tres voces su alma grita desde el otro lado del océano. Sola.



Nunca volverá a mí, he soñado con ella y la he visto morir mil veces. A veces pienso que de nuevo ella soy yo, y yo soy ella. Tarde o temprano, cuando todo acabe, nos veremos en el infierno…

Aún recuerdo como la dejé allí. Probablemente su cadáver esté ya descompuesto. Y ahora, entre los brazos de el quiero olvidarte.

Acaricia mi rostro y sonríe, ignorante de las imágenes que se agolpan en mi mente y que aparto de manera superficial. En esta noche, cierro los ojos para que las traidoras lágrimas no se asomen a mis ojos, para que mi secreto esté tan muerto como estaba yo antes de conocerle, tan muerto como está ella.

Helada entre las nieves y sumida en las caricias de hermosos licántropos blancos.

Renacer

Prefacio:


Ojos oscuros y piel rasgada por el tiempo. Aires de muñeca ilusa. Ropa oscura y botas militares.
Mis turbios pensamientos cobran vida, en esta oscura noche.


Porque mi nombre es Legión. Yo soy Ganesh, Loki, Alrinach. Soy Adramelech, Adag Narod abaddon, el destructor; Astaroth, Belial, Alu, Mutu y Humtaba.
Azazel, Asmoug, Ahrimán, Durga, Tiamat y Kingu.

Por Set, Lucifer, Mammon, Belcebú y Leviatán se me conoce.

Yo...Soy Lady Darkny. Pero También puedo ser tú.

Capitulo 1:

Fría y oscura era la noche cuando rompió las aguas. Allí, en aquel callejón de su mente sin salida, entre cartones pestilentes y bidones a modo de lumbre, junto a las sombras de su subconsciente, dio a luz.

El 15 de Octubre del 2009 llegó, con alas de acero y ojos de fuego. Sus huesos rasgaban la piel de sus costillas. Húmeda, inhumana.
Me devoró empezando por las tripas y acabando por el corazón.


Capitulo 2:

Hubo una vez en que fuimos humanas. Soy testigo de su historia.

Viajo al infierno, el olor a azufre cubrió sus miembros, inundo sus ojos, y ella escondió su alma por no perderla. Nunca encontró señal de que su amado poseyera un alma inmortal y decidió entregarle la suya, para que el jamás muriese. Cuan error tan grave cometiste...contamino lo más preciado, y así, llegaron vuestros días de oscuridad....

Viajaste al infierno, el olor a azufre cubrió tus miembros e inundo tus ojos. ¿Mereció la pena?


Capitulo 3:

La sangre manaba de sus labios, el frio entumecía sus dedos, sola, perdida, añoraste el calor del hogar, anhelaste el calor que te negaron.... Vagaste sin rumbo durante meses, encadenada a una roca, y por más que intentabas avanzar, más pesaba tu carga.

Tus ropas se rasgaron en las áridas montañas y las arenas del desierto enterraron todos los sueños que tenias...


Capitulo 4:

Toque para ti una dulce melodía, intentando aliviar tu pesada carga.

Y la roca estalló en mil astillas, mientras tus pies bailaban sobre ellas. La sangre manaba pero inmersa en la melodía, no dejaste de bailar.

Y de pronto cesó. Las cuerdas de mi violín cortaron mis finas manos y tú sentiste el dolor, el calor de la sangre, la carne desgarrada, el acero cortante de su mirada...como en un espejo, te devolvió la imagen de tu cantico de sangre.

No llores, tus lágrimas tarde o temprano se solidificarán. Pero y esa melodía... ¿me culpas? Cortaras mi delicado cuello con la cuerda del violín…no importa cuánto tardes, se que lo harás…



Capitulo 5:

Tus pies eran fuego, te quemaban tanto que para aliviarlos te sumergiste en el mar de la penumbra. Cuando quisiste salir, ya fue tarde. Así, te dejaste arrastrar por el fragor de las olas.

Luces de colores cubrieron tus pupilas, y te hiciste pequeña, minúscula,...Para refugiarte de la furia del mar, te metiste en tu burbuja, y allí, lloraste de nuevo por tu alma.

Hasta que tras vagar durante 50 noches, tu burbuja se estrelló contra unas rocas y volviste a respirar.


Capitulo 6:

La muerte nos separo, escapaste de los muros de mi propio cuerpo desgarrándote y desgarrándome sin piedad. Bebiste de la sangre y devoraste las entrañas que eran tuyas.

Al mirarte en el espejo, viste tu piel desgarrada, tus ojos vacios, la sangre manando de tus labios....pero también viste el lugar donde ahora moraba un nuevo alma nacida del sufrimiento y el dolor.

Y pensaste que quizás había un rayo de esperanza para ti.


Capitulo 7:

Me lo enseñaste todo, contigo aprendí a caminar, a creer, a soñar, a amar,...me enseñaste el significado del odio, de la amargura, del miedo, de la soledad. Me enseñaste a moder la mano de quien da de comer, a desconfiar, a envidiar, a acumular todo lo malo y guardarlo en el rincón más preciado de mi ser,... y fue tan grande ese cumulo que acabó estallando.

Mis huesos astillados, mi carne putrefacta. A tres voces mi alma grita desde el otro lado del océano. Sola.



Capitulo 8:

Aquella mañana de recién nacida, me abandonaste junto a la arena y anduviste sin rumbo durante horas. Yo, testigo muda de tu historia, se que nunca volverás a ser la que para mi fuiste.

Por las eras venideras, mi cuerpo se consumirá, frio e inerte sobre la arena del mar. Sé que algún día, cruzarás el océano solo por verme, pero entonces, solo encontrarás mis restos.


Capitulo 9:


Páginas en blanco para un ser incompleto. Solo me queda esperar. Contemplo mi pelo oscuro y como sirvo de alimento a miles de seres diminutos.
Prisionera del destino, una culpa eterna resuena en los fríos muros de mi sepultura.


¿Sabes lo que es despertar entre la humedad de tus lagrimas? esa presión que oprime el pecho, ese grito que de queda entre tus labios, esas manos que se agarran al vacio,...Llámalo agonía, llámalo egoísmo, llámalo como quieras, pero ponle un nombre al que yo pueda agarrarme.
Eres mil veces culpable de toda mi desgracia y deseo que el peso de tus actos caiga como la losa de una lapida sobre tu consciencia, si es que tienes de eso.

Si pudiese matarte, te mataría, y te juro por el Dios en el que un día creí, que te odio con una inmensidad que aún a mi me sorprende.

Tú rompiste mi inocencia. Rompiste mi cuerpo y te llevaste mi alma...

sábado, 13 de febrero de 2010

Extraña lujuria, salvajes ideas


El bosque que a la luz de la misteriosa luna
Esta es mi morada

Oscuras nubes, oscuras ideas
La noche de luna llena rompe mis cadenas
A mi vienen las ansias de la bestia
Rastreo ese deseo de sangre aquí y ahora
Profundo en la noche las chispeantes estrellas
Un dulce olor me arrastra desde lejos
Ten cuidado si durante la noche se enciende mi brillo
Y despierta al cazador que hay en mí

Extraña lujuria, salvajes ideas.
En bestia convertido con mortales garras
Desgarrare, morderé los dientes,fragmentare.
Llena de lujuria de caza, mi presa acariciaré...
Brillantes ojos rojos siguen tu rastro.
El olfato va sobre el ancho pasillo
Soy criatura de la noche.
Soy el cazador de la luna hasta que despierte la mañana.


Puedes sentir mis deseos
Esta es la bestia que ahí en mí...

sábado, 30 de enero de 2010

A la mort Little Miss Mundo


Oh amor fashionista¡¡¡
Aliviar el dolor, tira,... un poco más apretado
Hombre Dandy en la máquina de escribir
Pasa la comida por la trituradora


olía a rock, bonita muñeca...
Fake pelo, piercings y papas fritas con seso

Forma perfecta a través de bonsai carnal
Hasta que ella sangra.

Transdérmica de lujo
Modificar el cuerpo, calmar la mente

Material de depresión de la temporada

La vanidad está bien, es realmente bien. Little Miss Mundo
Miss Sweetie big bang
La vanidad está bien, es realmente bien,
el punto de perderse por completo

hermosa y mortal, la sordidez de mi corsé...

Iluminados por las máquinas


Frío,Sin vida...

Inmortal.

Iluminados por las máquinas que sostienen este lado
¿La ira o la lágrima?
Así que calma, no se ve afectado, le dejo vivir
Pero temo que mi infección vele por su alma.
Inyección de pesadillas mientras duerme.
Todo lo que quiero es que la pureza.
Todo lo que quiero en este mundo es su mente.
El lugar sin tiempo domesticado por su psique.
Vivir en el mundo de los sueños.
Siempre dormir a diferencia de la fingida.
La paz trajo consigo es mi morfina.

Floto en la oscuridad

Por los corredores del desierto llena de luz de Erie
El silenciado gritos de los moribundos
Traspasa mi alma como una aguja roma y oxidada.
Como inyecto mi morfina apenas conciente de la luz del alba que filtra a través de las ventanas de la malla de acero.

Mantener tu vida.
Reinar en su muerte.
Echar a correr.

Anhelo por el frio aire exterior...

lunes, 25 de enero de 2010

HIstoria Vampiro

Mi nombre es Shalimma. Creo que nací aqui, en el Cairo, hace unos 20 años, aunque nada puede asegurarmelo.

Cuando desperté, aquel hombre me felicitó, ya no tendría que trabajar para ganarme el sustento, ya nunca más tendría que vivir pensando en que no tendria nada que darles de comer a las gemelas. Habia vuelto a nacer.

De como me sucedio esto y como me transforme, nada recuerdo. Ganesh me dijo que tampoco habia nada importante que mereciese la pena recordar, y yo le creí.

Al parecer, mi vida consistia en formar parte del servicio de limpieza de un prestigioso hotel de el Cairo. Allí conoci a Ganesh. El viajaba buscando una compañera, una discipula en quien confiar.

Corría el 1980, y el se alojaba en la habitación 232 de la 2º planta.

La musica y el aroma del incienso inundaba la habitación, en la cual las jovenes bailarinas danzaban al son de sus palmadas. No se por que me eligio.

No tengo nada peculiar en comparación con aquellas bellezas de piel oscura y piernas largas. Soy de pequeña estatura, y rasgos finos. Auque a pesar de mi apariencia, me caracterizo por un caracter fuerte, y tengo la habilidad de hacerme respetar. Tambien soy un ser poco complaciente y a menudo me sorprendo a mi misma guiandome por mis propios e insignificantes caprichos.

Ese es un error del cual aún no he sabido aprender. Ganesh dijo que mi vida humana era insignificante, que si no recordaba sería mejor para mi. Que gran error. Sus dulces caritas aún me atormentan, me persiguen. Y el sabor de su dulce inocencia....es un extasis para mis sentidos.

Pero para que aquellos que aún no entendais, me remontaré a aquella fatidica noche de junio en la que Ganesh me eligió. No penseis que me arrepiento o que guardo algún rencor a mi Sire. El es Ganesh, no podria haberlo hecho de otra manera, pues no sabia las consecuencias....

Cuando abrí los ojos por primera vez, le ví. Su piel era oscura, pero no tan oscura como la profundidad de su mirada. Tenia el torso descubierto, y me miraba fijamente, sin pudor, sin ser consciente de la belleza y seguridad que destilaba.

-"Ven a mi, Shalimma....la noche es nuestra, tienes mucho que aprender aún, pero tienes la eternidad por delante"

-¿Shalimma?¿es ese mi nombre?

-¿Acaso deseas un nombre común para alguien que no lo es? eres Shalimma desde hoy y para siempre. Mi nombre es Ganesh.

Tras esta breve presentación me levanté. Me encontraba en una habitación desconocida. Era un lugar de vivos colores, con multiples reclinatorios bordados en seda y grandes bandejas con dulces tipicos del pais. Me sorprendí al sentir la punzada del hambre y no desear ninguno de los manjares allí dispuestos.

Al fondo de esta sala, habia un baño preparado. Al entrar vi multitud de pequeños frasquitos con diferentes tipos de esencias iluminados por las velas, lo cual le daba un aire romantico al lugar. Me observe el el espejo.

Mi pelo estaba desecho, multitud de tirabuzones se habian soltado de mi trenza. Mis ojos estaban anormalmente oscuros, como si llevase 3 dias sin dormir. Llevaba un vestido estraño, que más tarde identifique como el uniforme de chica de limpieza de aquel hotel. Estaba lleno de sangre. ¿Era mia esa sangre? no tenia ninguna herida...Acaso era de Ganesh???

-Aseate y ponte esto....por ese uniforme no te preocupes, lo quemaremos. Te esperaré aqui fuera.

No. Esa sangre no era de el. Decidi que no valia la pena pensar en ese momento más en el dichoso uniforme....además, me entraron unas extrañisimas ganas de lamerlo...Me despoje del sucio vestido, solte mi pelo y me introduje en aquella bañera con aroma a rosas.

Tras aquel relajante baño, me dispuse a vestirme con la ropa que Ganesh me habia ofrecido. Era un precioso sari de color azul celeste, el cual destacaba sobre mi oscura piel. Los bordes estaban bordados en oro. Aquel lujo me abrumó. Cuando termine de colocarme todas aquellas joyas que tambien dispuso para mi, me recogi el cabello en una modesta trenza y salí del baño.

Ganesh me esperaba reclinado en uno de los reclinatorios. Tambien se habia cambiado de ropa. Llevaba una Kurta bajo la dopatta, ambas de color blanco. El janeo le colgaba del hombro izquierdo hasta la cadera derecha, y tenia nueve cabos anudados. Vaya...asi que Ganesh era un hombre casado...pensé. Conocia todas estas cosas a pesar de no ser hindú. Quizás Ganesh supiese por que.

-Shalimma...muestra respeto y no me mirés tan fijamente, de cara al mundo seré tu marido ahora. Ya sabes que una mujer necesita protección, incluso aquí en El Cairo.

Ahora sigueme....te enseñaré todo lo que has de saber.

Asi me lo enseño todo. Pasaron tres noches y Ganesh decidió que debia continuar viajando. Estaba deseoso de dar al mundo a conocer de que el Dios Set volvería para destruirnos a todos, y trataba con desde a todo aquel no no creia en su palabra. He de reconocer que viajaba con el por puro egoismo. Nunca compartí las mismas convicciones que mi Sire. Le seguia por que el me daba cobertura para viajar a lugares donde una mujer soltera era un peligro. Le seguia por el apoyo economico que me ofrecía. A cambio, yo calentaba sus noches y le decia lo que queria oir. Era, al contrario que yo, facil de complacer.

Paris, Londres, Moscú, Tokio, Perú, Venecia,... Lo ví todo en 5 años, Ganesh me complacia en el mas pequeño detalle. A veces nos quedabamos en un lugar 1 año, otras veces no durabamos más de una semana. El mundo era un lugar pequeño comparado con mi ambición. Por alli donde viajabamos, dejabamos una estela de sangre....Fué durante esos años cuando me decanté por el sabor de la inocencia.

Siempre he pensado que la sangre, cuanto más joven, mas dulce es. Y es que no hay nada como probar el sabor de la inocencia. Todo son recuerdos dulces, el calor de una madre, el jugar sin la preocupación del adulto, sin la carga de consciencia,....la pureza de un niño solo es equiparable a la pureza de su sangre.

Tras tanto deambular por el mundo le pedi a Ganesh volver a El Cairo. Era mi ciudad y no habia nada en el mundo equiparable a esta.

Apenas nada habia cambiado. Deambulé sola durante 5 noches, paseando y aspirando la fragancia de sus calles. Como ya he dicho, Ganesh me complacia en los minimos detalles.

La quinta noche decidí que mi paseo no duraría tanto como las noches anteriores, quizas mi Sire deseaba acompañarme en mi paseo cuando acabase de alimentarse...Estaba ansiosa de felicidad, estaba de nuevo en casa. Caminé sin ser conciente del tiempo que pasaba, aún no era muy tarde, y se oian voces en más de una casa...Busque en multiples lugares, pero las calles estaban desiertas, esta vez tendria que alimentarme en alguna casa.

De pronto, escuche el tintineo de unas voces infantiles que reian junto a una ventana.

- niñas, vamos, a la cama¡¡ Papá está cansado de trabajar hoy y necesita descansar.

-Papi...¿cuando volverá Mami?

-Si, Papi...¿Cuando?

Pronto, pequeñas....Pronto.

Vaya sorpresa....dos niñas. !Era mi noche de suerte¡ Esperé a que aquellas lindas mocositas estubiesen dormidas en sus camas y me encaramé a la ventana.

Aquellas niñas de rostros dulces y cabello ondulado eran exactamente iguales. ¿Su sangre seria tambien exactamente igual? Fuese como fuese, no estaba dispuesta a renunciar al sabor de aquellas lindas mocositas.

Me acerque sigilosamente a la cama situada a la derecha de la ventana...debia ser muy delicada y no alarmar al dichoso padre, que por lo que escuche, estaba bebido y lloraba. En el cabecero de la cama de aquella chiquilla rezaba un nombre. Fatima.

-Mi dulce Fatima...

Sostuve con suma delicadeza su tierno cuerpecito. Podía tener unos 11 años. Su sangre era mucho más dulce de lo que nunca imaginé. Sus recuerdos infantiles llenarón mi mente...su cabeza estaba llena de su hermana, la adoraba, al igual que a su padre. Para Fatima, ellos lo eran todo.

Cuando acabe, sellé la herida. No queria que nada perturbase aquella belleza infantil, al verla, nadie sabría que Fatima estaría muerta.

Me levante y me dirigí a la segunda camita. En el cabecero de esta cama rezaba el nombre de Sharam. Sharam....me arodille junto a su camita.

-¿mami?

- Si, cielo....soy tu mami, pero silencio....Fatima duerme, y no querrás despertarla....

-Pero... !!Mami¡¡

-shhh¡¡¡ ven y abraza a tu mami, Sharimita....

Sharam...lo siento, cuanto lo supe fué demasiado tarde, para ti y para Fatima. Mis niñas, mis hijas. Tu si me recordabas. Me querias. Y os maté.

No se cuanto tiempo llore junto a vuestros cuerpos....creí que no tenía nada. Cuando vuestro padre, mi autentico marido, entró en la habitación, al principio no se dio cuenta.

-Sharam....cielo...donde estabas...¿estoy soñando?

Pero no, aquello no fué un sueño, ojalá lo hubiese sido. Intente explicarselo, pero estaba demasiado horrorizado. ¿En que clase de monstruo me habia trasnformado? ¿ un ser que devora a sus propias hijas? Pienso que en aquel entonces fué cuando empezó a pensar que yo no era yo. Sin duda Lilith habia poseido mi cuerpo y habia devorado a sus hijas.

Desde estonces me persigue...quiere venganza y a lo largo de estos años a organizado una partida para darme caza. Yo ya no soy la que se casó con el, ahora soy Shalimma, y he de proteger mi vida. Llevo dentro de mi a mis hijas y las amo, las amé desde el momento que las ví. Amo a todos mis hijos.

Cuando volvia a casa, me encontre a Ganesh...el lo sabia todo, sabia que tenia una vida, hijas y un marido. Tambien sabia que yo no estaba hecha para aquello. Siendo su acólita he alcanzado mi destino, pues mi vida tiene un destino superior al de cualquier ser humano. Decidi que debiamos separarnos. Viajaría lejos de el Cairo, lejos de cualquier recuerdo. Es la unica forma de proteger a Ganesh, pues si seguimos unidos, nos cazarian.


Tras viajar por los lugares mas reconditos del planeta, la sombra de mi pasado me ha seguido hasta aqui. Pero en Córdoba finalizará mi viaje....






















miércoles, 13 de enero de 2010

Nocturna


La noche ha llegado para tomarnos
con su oscuridad imponente,
su brillo lunar parece amarme
y la melancolía, en mi ser, permanente.

La noche es mi amiga
la noche es mi amante,
con su oscuridad llameante
inmensa antología.

Sus sombras caen pesadamente en mi espalda,
las soporto y cargo extasiada.
anunciando con estrellas de espada
un lugar bienaventurado.

Esta noche, sola estoy con mis pensamientos,
esta noche, busco mi verdadero ser,
esta noche, busco mis recuerdos sangrientos;
esta noche espero mi amanecer...

Y si por la penumbra te buscara,
solo mi sombra yo encontrara;
estaca en mi corazón clavada
tan sediento de plasma anhelada.

Nocturna ser soy,
cuervo de las tinieblas,
pantera de oscuras selvas,
te imploro solo hoy.

Noctámbula recorro las calles solas y tristes
alumbrada por tu luz particular,
sonámbula porque tú reíste.
apaciguada por tu soledad.

Darkny es mi nombre
como cualquier ser espectral,
taciturna vampiro mediocre
muerta en vida por la oscuridad...

Soy ira

Soy ira

Soy la señora de los pecados y las debilidades humanas....

Soy la representacion de toda la maldad humana, la ira.
No te reprimas, encuentrame y no me detengas, dejate llevar por mi furia, para destrozar tus malos pensamientos.
Yo podria guiarte hacia la destruccion de ese ser, ese que te lastimo profundamente.

Soy capaz de matar friamente a esa persona que tanto te hace sufrir, esa persona que odias, con toda tu alma...
Dejame comandar tu venganza, dejame salir de tus pensamientos y convierteme en realidad.

Dejame llenarte de sangre y liberación, pruebame, te gustara.

Prueba masacrar a tu enemigo, prueba su miedo y su dolor, prueba ver sus ojos cerrarse por siempre.

Prueba mi adrenalina, y el placer de arrancarle el corazón a ese alguien.
Llename de tu veneno y tus malos pensamientos, alimentame, que estoy hambienta de agonia...

Liberame, como si fuera un pacto satanico, liberame de tu represión escalofriante, liberame de tu memoria, y llevame hacia la verdad que se oculta en tus manos.
Liberame, o terminare matandote.

....