domingo, 12 de diciembre de 2010

AGRIO DESPERTAR...

Tus manos, tu piel, tu aroma, tus ojos,...
no puedo decidir que es exactamente lo que me fascina.

Diseccionarlo me parece sacrílego.
Como mutilar el objeto de mi amor, pues cuando se ama, se ama por entero.
Estas palabras están escritas por tí, para tí.

Entiendeme, no quiero que por ellas intentes comprenderme,
solo quiero transmitirte lo que siento, extrapolar estas sensaciones
que me han golpeado como un viento en el rostro.

Nunca nadie me contó que el amor me dolería. Nunca pensé que una se puede sentir rota,
muerta.

Lo aprendí golpe a golpe, paso a paso. Siempre me crecí ante el peligro.

Hoy de nuevo probé el sabor de la amargura,
y entre sollozos ahogados por la rabia,
callé mis viejos temores.

Agrio es el despertar en los albores del día, para descubrir
que el sueño es rasgado por una fina capa de rocio matinal.

Quizás me equivoque en dejarme guiar por tu ruta.
Hoy levantaré de nuevo mis muros de cristal,
esos infranqueables telones transparentes que intentan ocultar
el espectáculo de mi vida.

Muros que pesaran sobre los hombros, que sentiré fríos al tacto.
Muros que aprendí a crear no para protegerme, sino para protegerles de mi.

No intentes comprenderme, no lo lograrás.

De nuevo me destierro a mi misma de la tierra prometida.
Me obligo a abrir los ojos.

Agrio es el despertar en los albores del día...nunca nadie me contó que el amor me dolería.

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