jueves, 8 de enero de 2015

Soy el alma que enciende la vela que ni el frío más intenso apagará
arde entre la niebla, guiando un oscuro camino que recorrer...
más mis pies helados se adormecen, impidiendo el paso definitivo hacia el destino...

Mis manos de cristal no pueden alcanzarlo, se astillan con el viento
mi cabello se enreda entre los arboles 
la muerte me persigue...la sangre que corre por mis venas esta maldita.
Y se cristaliza al caer al suelo.

Rompeme, hazme sentir viva. Quiero alcanzar esa llama, quizás sea una hoguera
en la quemar mis hechicerías, pero es mi destino...

Purificara mi sangre, sanará mis heridas...
arañas cubrirán mi carne humana para resurgir de entre cenizas
transformada en lo que soy, en lo que siento.
Y jamás volveré a fingir una sonrisa.