martes, 22 de febrero de 2011

Hasta caer muerta

Esos dulces días del amor ya pasaron, barrida la arena por una caprichosa ola.

Y es dulce el sabor del recuerdo que deja, pero llena de llagas mi boca.
Es irónico como el órgano mas repugnante y visceral del cuerpo, se identifica con el amor.
La depuradora de sangre, bombeando sin cesar, limpiando de todos los errores que cuando se es joven se cometen.

En estos días que todo se comercializa, me encuentro rodeada de globos con su forma,
como recordándome que el mio no tiene los ventrilos necesarios para funcionar correctamente.
Y es extraño, un transplante no solucionaría el problema.

La gente se traga la imagen bella del amor, a mi me basta con la real.
Aquella que supura sangre, aquella que no miente cuando bombea sus cálidos humores.

Y rodean un solo día de caras fragancias, del sabor del chocolate,
de tarjetas que proclaman a los cuatro vientos, vulgares promesas de amor eterno.

Y cuando uno ama, se lo cree todo. Espera con ilusión el día, busca lo adecuado
para su amado.
Pero para quien como yo, conoce las vísceras que se esconden tras la imagen idílica
que se vende,
El perfume es un cumulo de putrefacción en mis fosas nasales, caldo de cultivo de
infecciones.
El chocolate es un ácido que quema mis papilas gustativas, solidificando mis jugos
gástricos en una acuosa masa alojada en mi interior.
Tarjetas no recibí nunca, y mucho menos flores.

No se por que siempre mis regalos llegan tarde. Días o semanas, no importa.
Acumulan polvo en los estantes de mi alma.
Y cuando miro atrás y les veo, parecen decirme: "Tu una vez amaste. Llenaste tu alma
de falsas esperanzas."

Ahora cuando capto el sabor de las bilis al acercarse este dia...Solo Trago. Como trago tequila para callar los recuerdos.
Como me tragué las mentiras que me decían y como seguiré tragando, en mis futuros silencios, las ganas de gritar.

Repetición

Recuerdo como de niña saltaba en la cama. Ahora de adulta tambien salto, pero no de ma misma forma.
Recuerdo que un dia se rompio la tabla del somier y mi padre tubo que cambiarla. De adulta recuerdo que la madre de un "el"
tubo que quitar el cabecero de aquella cama por que hacia mucho ruido.

De niña quise probar el sabor de la lejia y tuvieron que hacerme un lavado de estomago.
De adulta quise probar el sabor del extasis y tambien acabe en un hospital.

De niña tenia la obligación del colegio.
De adulta tengo la obligación del trabajo.

De niña, el amor idilico hacia un profesor.
De adulta, sexo con un alumno.

De niña lloraba por algo.
De adulta lloraba por alguien.

La vida es una continua repetición, suma de errores y exitos.
Vivimos marcados por normas morales, leyes, sentimientos.

Pero es un continuo deja- bú. Como el estribillo de una canción.
Una canción que cada uno escribe. Marcamos el ritmo con nuestro andar día a día.

De niña llevaba lazos de saten en el pelo.
De adulta, el saten está en mi ropa interior.

De niña quería ser adulta.
De adulta finjo ser niña.

De niña no mentía
De adulta dejo entrever la verdad

De niña me disfrazaba continuamente.
De adulta nunca me quito mi piel de serpiente.

De niña besé el frio cadaver de mi abuelo en su lecho.
De adulta me beso a mi misma al mirarme al espejo y al contemplar mi palido rostro.