jueves, 27 de enero de 2011

Como un suspiro

Un suspiro quedó suspendido entre tus labios.

Me miraste y te miré. Sin proponerlo, pasaste un dedo por el hilo de sangre que entre mis labios se escurría.

Sin proponerlo, dejé caer el cadáver frente a ti.
Un muñeco sin vida, seco por dentro como seca fue su vida.

No sentiste miedo al mirarme. No sentiste repugnancia por los restos del ser inerte.
Solo atracción hacia esa oscuridad perenne que envuelve mi vida, mi muerte.

Y sin más preámbulos, quise tenerte. Quise saborear la crueldad de tu alma, la valentía de tu mirada, la soberbia de tu rostro.

Lo quise de todo de ti. Ansié tu fuego, tu coraje, tu calor.

Y tras esto, abro los ojos y despierto. El hilo de sangre no es más que baba que mancha mi colcha.

Y descubro entre la pastosidad del recuerdo soñado que solo soy humana.
Que no tengo elección en mi destino, que lo más emocionante que me puede pasar hoy es que algún muchacho despistado me dedique un piropo.
Que seguiré la linea que con tiza trazaron en mi infancia y que los sueños como este solo debo expresarlos junto al silencio.

A veces siento que no soy como el resto, que en mi interior se agolpan tantos y tantos sentimientos que han sido atraídos por el simple hecho de mirar como
la luz se refleja en el suelo, o por el brillo de una gota de roció matutino en mi persiana, o por el color del cielo, por la forma de la luna o por el simple movimiento de una nube...

Y es tan bello, tan hermoso que me duele y siento ganas de llorar ante tanta virtud.
Los colores son tan intensos en ese instante, la luz quema, es como el filo de un cuchillo que se cierne sobre mi rostro.

Corta mi alma con precisión. Sangro desde dentro, pero mi cuerpo permanece inmóvil ante esa dolorosa belleza.

Mi vida en ese instante se vuelve un cuadro impresionista.

Y me siento tan diferente por a suma de un instante suspendida en tantas y tantas horas de aburrida indiferencia...


Mi vida no seria mía sin esos dolorosos instantes. segundos que duran un suspiro.
Como el ultimo suspiro de mi alma. Se que la muerte me ha de doler pero será algo tan bello, que moriría mil veces si fuese necesario.

Todo lo bueno ha de durar poco para comprender su valía. Un beso, un amanecer, el trueno al romper el cielo,...la muerte.

Y no se trata de regodearse en lo macabro para entender como algo así puede ser bello.

Cuando me pierdo, solo encuentro la tranquilidad entre los muertos.
Con ellos no finjo sonreír, escuchan sin dictar juicios de valor.

En la soledad de los muros del campo santo encuentro las respuestas a las preguntas que no consigo formular.

A veces algún gato se arrulla entre mis piernas, buscando el calor que los muertos no pueden proporcionarles.

Pero son un calor tan pasajero para ellos como ellos lo son para mi.

Los hombres que se acercan a mi tienden a ser como esos gatos, solo buscan el calor momentáneo que un cadáver no les puede proporcionar. Y me costó lo mio entenderlo.

Quizás mi cuerpo ha alojado algún tipo de imán hacia lo desconocido, una adaptación a lo macabro y ahora no es capaz de alojar calor humano más allá del que me roban los gatos y los hombres, dejandome fría en un rincón de mi propia cama noche tras noche.
Como un recipiente que si se somete a la presión de un microondas, estalla en miles de fragmentos.


Solo soy sangre que se derrama, caliente y oscura. Y nada ni nadie puede detener el olor del dulce liquido que en mi interior circula
Y pienso, realmente pienso, que la muerte será el mas dulce momento que me queda por vivir.

Durará lo que dura un suspiro.

Pero será tal su belleza que merecerá la pena acabar yaciendo entre los fríos muros del camposanto, conociendo las respuestas a aquellas preguntas que los hijos de mis hijos se formularán y enviando a los gatos a robarles en calor que no podré proporcionarles.

Miedo, amor y sexo

La vela prendió sobre su piel el más ardiente de los deseos, dejando una estela de carne roja.
Cuando ato sus manos a la dura mesa, la excitación recorrió su cuerpo como la corriente de un río.

Atada, amordazada, a su completa merced. El miedo mezclado con el calor del deseo que se agitaba entre sus piernas.
El amor asomando a sus ojos, y como prueba de ello, la completa entrega de saberse indefensa.

La habitación, apenas iluminada por algunas velas, estaba inundada por el picante aroma de la excitación de ambos.
Su cuerpo, cubierto por una fina capa de sudor, brillaba bajo la intensidad de aquellas intensas caricias.

La duras sombras de las cadenas en las pareces, la mordaza entre sus labios, dejando escapar sordos gemidos ante
la expectación de los próximos golpes....que finalmente llegaron. Con firmeza el abrió sus piernas, descubriendo sus húmedo centro.

Y el cuero del flagelo acaricio ese espacio para instantes después estallar en sus muslos.
El dolor fue tan intenso como un orgasmo, dejando la zona enrojecida. Dejándola con ganas de más.

El miedo ante los siguientes golpes no llego hasta que sintió la sangre. Hasta que vio aquella bombillita encendida al fondo.

Una cámara de vídeo.

Aquel hombre de amplios hombros, fuertes bíceps y rasgos duros la estaba grabando.
Dios, ese cuello tatuado...

Lo conoció unos meses antes, el hombre perfecto, inteligente, cultivado, de buenos modales e increíblemente atractivo.

Y ahora estaba atada, sucumbiendo a todo tipo de perversiones sexuales con este fiero macho que le arrancaba gemidos de deseo mezclados con dolor

Quería gritar de placer, la estaba llevando al borde para luego alejarla cruelmente, y eso sin penetrarla aún.

Ni siquiera el estaba desnudo....y ansiaba que lo estuviese.

Húmeda y caliente, sintió como las correas ya no se cernían sobre ella, y como un fardo era tomada en brazos de esos grandes músculos,
Viéndose transportada a la pared del fondo.

Un grillete en cada muñeca y dos más en sus tobillos. Huntó su sexo de miel y lamió con sus labios todo su jugo, susurrando palabras tiernas en su sexo.

Perdida entre el dulce deseo, con los ojos entrecerrados, no vislumbro los clavos, que con un dolor penetrante se insertaron en los pulgares de sus pies.
El grito ahogado por la mordaza, las lágrimas escurriendose por el rostro....y al bajar la vista, su sonrisa fugaz e hiriente. Amor traidor.

Siguió perdiéndose entre sus piernas, compensando el dolor, aumentando el calor que manaba sobre su sexo... Para subir, besos alternados con dulces pellizcos en sus muslos, en su vientre, en su alma...
Que dulzura en esos carnosos labios, tan exigentes, tan plenos...
Un par de pinzas pellizcaron sus pezones, que pasaron a ser de un tono rosado intenso.

El cuello tenso, eróticos espasmos de placer recorriendo su cuerpo.
Cm a Cm, recorría su piel, dejando una erótica sensación de sumisión.

Ahora, cuando su piel brilla a causa de la excitación y la sangre se escurre por los dedos de sus pies, siente un amor tan pleno que se desborda.
Le mira a los ojos mientras le besa y siente como los dedos de el se pierden en su interior.

Grita en silencio.

Las manos de el la abandonan para tomar una fusta de suave cuero, y azota las zonas besadas. Sus muslos, su vientre, su alma...

Pero lejos de sentir dolor, se humedece aun más. Se humedece de miedo ante la tortura, ante el sonido del azote.

De nuevo mira a los ojos....esos ojos que corresponden al ser que ama...a esos ojos negros, profundos como pozos...

El abandona la fusta y toma entre sus dedos las pinzas que comprimen sus pezones. Al sentir el primer tirón,sus ojos se humedecen, pero después son liberados del agarre...

A la tenue luz y siguiendo el moviendo de las manos de su amo, contempla el resto de instrumentos...alicates, cuchillos de varios tamaños, clavos,...y fustas.
De varios tamaños, formas, durezas y como no...terminaciones.

Le aterra que use alguna de ellas, que el "juego" llegue a esos extremos...pero ve como el toma un cuchillo.
Un cuchillo de unos 12 cm...
No...esa cámara esta grabando y hay un cuchillo...

Un cuchillo que acaricia sus muslos suavemente...y desgarra un trozo de su piel. No se detiene hay. sube por su estomago y arranca la dermis de tan delicada zona.
Pero no puede gritar.
Siente que se ahoga, que el aire apenas llega a sus pulmones.
Tiembla ante el dolor.

El llanto nubla su vista, pero sabe que el se esta quitando los pantalones. Ya no hay excitación, solo un miedo visceral ante ese ser que la lleva al abismo, la hace conocedora de los placeres y dolores de la carne.

La Sangre y la humedad acumulada hace que el la penetre con fuerza, con brutalidad, mientras cada roce en esos cortes se convierten en fuego liquido manando de cada herida.

La brutalidad del acto es alternado con pequeños arañazos en su rostro y brazos, hasta que finalmente acaba, llenándola de su infame licor de amor.
Con un golpe seco cae inconsciente....para despertar en una silla de calvos de madera. Con un destello parpadeante se hace la luz.


Su cuerpo, adormecido y amoratado. Hay 3 hombres junto a ella. Desnudos y erectos. Llevan mascaras, por lo que no les reconoce. Pero sabe que el esta presente. Conoce ese tatuaje que tantas veces a admirado.

Reconoce sus posturas amenazantes. Las diferentes piezas de metal, las cámaras grabando desde diferentes ángulos su cuerpo....por que ese es su cuerpo.
Frente a ella, varios plasmas retransmiten en directo lo que las cámaras no se pierden.

Su sexo y los cortes de alrededor, su pecho amoratado y las cadenas que caen del techo...cadenas terminadas en anzuelos...aun sueltos.
Su rostro, una unión de lágrimas, horror y sangre.

Sus manos atravesadas en diferentes zonas y atadas al brazo de la silla por los pies. Sus pies más de lo mismo.

En ese momento de lucidez, a la luz de las velas y las pantallas, supo que vería el fin entre aquellas cuatro paredes negras, a manos de 3 hombres.
Y empezó el espectáculo.


Al ritmo de "nowhere to go" de mushroomhead, contemplo como un de ellos la penetraba mientras otro atravesaba sus pezones con los anzuelos que de las cadenas colgaban del techo.

Liberaron su boca de la mordaza solo por el placer de oirla gritar, para luego atar su cabeza a un poste y arrancar dos de sus dientes con unos alicates.

la sangre se escurría por su boca, su pecho, sus manos,...suficientemente doloroso para hacerla permanecer despierta.
La bañaron en semen, cortaron su pelo, arrancaron con unas pinzas los tendones de sus antebrazos...y cuando se desmallaba, cubos de agua helada la traían de nuevo a la realidad.

Hasta el punto de no gritar, de saber que no había retroceso para Sonia, que nadie sentiría piedad y que su cuerpo, cruelmente mutilado, podría alcanzar un sin fin de dolores antes de alcanzar la muerte.


Hasta que al fin, con un susurro, salió tras la cámara, cubierta de pies a cabeza con gasa negra, dejando entrever las suaves formas femeninas y un cuchillo entre los pliegues del vestido, con el que la penetro profundamente y repetidas veces, haciéndola verter sangre coagulada, rajando las formas femeninas que un día fueron suaves....que hace unas horas eran besadas con amor.
Y dejando un reguero en el suelo, un reguero de miedo, amor y sexo.

Hasta caer muerta

Exhalé mi ultimo aliento y yací. El agua hacia ondear mis cabellos. Mi cuerpo, un bulto amorfo sobre el liso mármol.
La sangre cubriendo una gran cantidad de la bañera.

En la vida destile veneno y nunca encontré la forma de sacarlo.
Definitivamente al intentar buscarlo bajo mis venas, solo encontré la sangre.

Este es el relato de un suicidio. mi suicidio. de como lo lleve a cabo todo el mundo sabe.

Del por que, es un privilegio que tendréis que seguir leyendo para que os sea desvelado.

Ante todo e de decir que la muerte no es un fin tan siniestro como en este caso puede parecer.

En absoluto. cuando me llego yo tenia frió y ella me abrazo. no con un abrazo cálido, pero si eterno.

Cuando se llevo mi ultimo aliento, mi ultimo pensamiento, fue tan lleno de color y tan vivido como ningún otro en mi vida.
Algo que merece la pena ver.

Al contrario, mi vida siempre estuvo llena de rojo. Días rojos, sueños rojos.
un rojo tan intenso que no dejaba traspasar ningún otro tono a mi vida.

Y cuando le conocí, el rojo se volvió más intenso, una bienvenida al amor.
El rojo de sus venas, de su corazón, de las peleas y los llantos.

Pero con mi muerte, conocí los matices. El negro en mi funeral, el gris sobre el cielo, el brillo de la voz de un ángel,...

Con mi muerte no tendré nunca más hambre, no sufriré dolor, permaneceré siempre, eternamente junto a ti.

En mi muerte marcaré un vals translúcido junto a nuestras tumbas.
Nuestros labios, sellados por el tiempo en una sonrisa.

Donde los ángeles

Modo automático encendido, sonreír, reír, hacer comentarios sobre el tiempo.
A veces sincera, otras no tanto. a veces miento, intento no hacerlo.

Me lleno de ego ante un simple "bonita", vacío mis ojos ante un "adiós".
Intento vender, vender, vender, vender, vender, vender,...
Consumismo mientras me consumo.
Calculo el precio mientras pienso en la colada, la fiesta de anoche, mis venas rasgadas.

Ante mis ojos desfilan, sonrisas desdentadas, rostros marchitos veces con un rictus de deshaprovación.
Prótesis dentales, manos artríticas, cabellos grises, piernas con varices.

Las menos veces jóvenes que llenan sus bocas de cielo, encanto, amor, corazón, preciosa e incluso...estas soltera?

Si conoces el paraíso, dame la dirección, pues necesito un lugar donde perderme, donde encontrarme.

Donde los ángeles cierren mis heridas, borrando cicatrices.

Y si muero en el camino antes de encontrarle, que mis restos sean esparcidos por el viento...

lunes, 17 de enero de 2011

Niebla

La niebla cubria la tierra que pisaba. Cubria mis manos, mis pies, mi alma.
Quiso cubrir mis ojos, pero las lagrimas lo impidieron.

Cuando la rabia se acumula, cuando la esperanza se esfuma, cuando el odio te inunda,...
solo se puede hacer una cosa: vomitar

Y eso hice. Removi las entrañas de la tierra y Vomite las palabras enterradas en mi mente

He de confesar que soy una egocentrica, una muñeca fria, cruel, despiadada y egoista a la que el simple hecho de saberme deseada me hacer prender la llama de mi lujuria. Y es mi amor propio lo que me guia.
Es mi amor propio lo que me dice que debo hacer en cada momento para conseguir cualquier proposito.
No acostumbro perder.

Mis huesos no tocan fondo, mi mirada no tiene limites cuando me miro. Y veo claramente tus intenciones, tus deseos.

Quizas un dia de estos te despiertes y descubras que tu cama sigue vacia, como ayer, como mañana.

viernes, 14 de enero de 2011

Declaración de guerra Navideña

Me desperté inquieta, el sudor cubría mi frente con una fría capa de sudor nocturno.
Me calzé las zapatillas y salí al salón.
Bajo el árbol, yacían un par de regalos esperando a ser abiertos por pequeñas manitas.
Tremenda ironía, a mi también me dejaron, si,....menudo regalo, simplemente me dejaron.
Y no fue un rey, a mi ellos no se dignan a mirarme, mandaron a un paje con nombre de pastor, y cara de corderito degollado...

He de tomármelo con humor...
Bienvenidos a mis navidades mas calientes,... las infernales.

Como un zombie me dirigí a mi trabajo, roscones esperaban a ser masticados por las tiernas encías de los abuelos que día tras día compran pan en el establecimiento que dirijo.

Hiel vendiendo dulces. Y sobre todo sonriendo mucho, por que "niña¡¡¡ que te han dejado los reyes??"
"JA- JA- JA...Muchas cositas,muchas"...mucha mierda, señores¡¡¡

Bueno, pasado el mal trago de la mañana, me dirigí a mi casa, donde podría refugiarme en mi habitación, llorar si era necesario por el gran regalo que me dejo el puto paje, por los abuelos desdentados,por la ausencia de verdaderos regalos y por la autentica decepción de sentirme vacía.

Causa-efecto, si te joden la mañana, te jodes el día entero. Intente dormir y no pude.
Intente llorar y tampoco. Esta es mi forma de vaciarme, nene, y si te jode, pues bienvenido a mi puto mundo.

Tengo que extirpar todo este veneno de alguna forma, y creeme cuando te diga que lo intente de mil formas.
Queme revistas de motos, borré tu aroma de mi cuerpo, deje que el pan se pusiese duro solo para deleitarme con la imagen de esas encías carentes de dientes intentando por todos los medios dar un bocado.

Descubrí recientemente cuanto me alivia el dolor ajeno, como si de alguna forma compensase el mio.
Es de sobra conocida mi naturaleza egoísta.

Pero volviendo al feliz tema navideño, si que recibí un regalo.
Raso negro, encaje, una autentica maravilla de vestido, digno de una muñeca de porcelana.
Acaso no me usaste tu también como tal? si, una muñeca de la que te encaprichastes, tu conquista....
Pero en fin, me queda precioso.
Gracias por mostrarme tantas cosas (que mi ego no es comparable al tuyo a fin de cuentas), por enseñarme (con palos) y por amarme (por momentos) tanto como lo has hecho.

Por el vestido sobre todo, muestras que me conoces muy bien...
tan bien que sabes cuanto me dolería que no me lo dieses tu.

No quieres verme?? pues ahora te jodes y me aguantas, y además con el puto vestido puesto.

A cabrona no me gana nadie, y creeme cuando digo que voy a por ti, quiero tu puto y negro corazon en una bandeja de plata.
Será algo muy blandito para las encías de mis clientes.
Estará de oferta¡¡¡ Sangre "encebollada" a 3€ el kilo.


Sabes cual es la putada de todo esto? que se que no lo haré. No podría hacerte daño, así que si no quieres verme, pues esta bien.
Hazte el puto sufrido y escondete de mi como si yo fuese tu peor pesadilla, refugiate en los brazos de otra,NO VUELVAS¡¡ pero tranquilo.
No me verás más si es lo que quieres. Será el espejo de mi habitación el único que contemple la imagen de mi con ese vestido.

Y cuando digo nunca, es nunca. Creeme que si cambias de opinión, podrás arrastrarte como una jodida rata de cloaca, que lo único que tendrás de mi es indiferencia.
No me dan asco los bichos, tengo tres en mis entrañas...nuevas telarañas. Samantha, Venus, y la sin nombre....que ahora será bautizada.
Libertad. Siempre en mis caderas.

5 Días

Larga es la espera de la indecisión a la que me sometes.
Quizás el valor que buscas para alejarme de ti, lo olvidaste junto a mis caricias.

Quizás solo necesites tiempo para comprobar, para entender, que el desafío de permanecer junto a mi te quedaba grande.

Pero esta espera hace languidecer mi alma, me llena de amargura la duda,
el desconocimiento de la causa.

Y tu, cuán egoísta, haces que mis minutos sean horas, que mis horas sean siglos,
que mi mente se retuerza junto a mis manos por no poder alcanzar tus porques.
Aún.

Sueño con millones de desenlaces, finales felices en los que solo necesitabas tiempo para aprender a amarme.
Sueño con mas desenlaces aún, pesadillas en las que solo veo tu sombra alejarse.

Así, cuando tengo miedo, respiro y pienso que nada saldrá mal, que cualquier cosa
será mejor que esta agonía.
Y que no necesitaré que pronuncies las palabras mágicas para saber que te he perdido.
Así me paso el día, respirando.

Creo que conocerte fue un gran acierto
Creo que amarte fue un gran error
Creo que entregarme a ello fue una insensatez
Y creo sin duda que todo ello era inevitable.

La agonía de la espera es una maldición auto impuesta. Es tener la certeza de aquello que me niego.
La agonía de la espera es el dulce amargor de las esperanzas rotas, de la desolación de una lágrima al escurrirese entre la rabia.

Ya me conoces, me guío por instintos y no por la razón, y esa es la causa de mis
mayores errores.
También de mis mayores aciertos.

Creo que no eres conciente de la alegría que me embargaba cada vez que escuchaba
el ruido de un motor.
Por que bajo esta frívola piel se esconde un ser humano.

El por que de todo esto no lo entiendo. No se por que escribo sobre ti todo lo que pienso, no se cual es el objetivo de esta tortura, no se si me merece la pena derramar lágrimas sobre la almohada.

No se si debería sentirme enfadada, triste, rabiosa, dolida,...
No se si dejarte leer esto o no, si me arrepentiré si lo hago,
si debo seguir intentando que respondas mi llamadas, si darte el espacio que me
has pedido o negártelo.

Solo se que te quiero, y soporto esta espera, esta duda, buscando mil respuestas y
encontrando solo preguntas.
Me pediste que no te hiciera daño, me mirabas con una adoración digna de una reina,
ahora me desvías la mirada, y soy yo la que sufro por ello.

la única culpable de todo soy solo yo. Jamás debería haberte dado la oportunidad
que tanto ansiabas.
Tengo la cruel sensación de que para ti solo he sido un trofeo.
Cuando se consigue, el furor de tenerlo te invade. pero es una felicidad efímera,
pues fui a parar a un vació estante.


Alejate y no me mires nunca más, por que si lo haces ten por seguro que destrozaré todo aquello me entregues.


Ahora, si he de pecar por algo, que Soberbia sea mi nombre.
Dolores más profundos he sufrido, heridas mas abiertas surcaron un día mi pecho.
Resurjo más fuerte, más consciente de que cada vez que saco a alguien de mi vida de esta forma, más me lleno de odio.
Mi capacidad de amar la consumiste como uno de tus cigarros y solo quedo el humo de tu motor al alejarse.