sábado, 28 de agosto de 2010

El mal


El mal es una semilla que nace junto a nosotros. Anida en el alma, donde con el tiempo, hecha raíces. Cuando en los momentos de ira, se vislumbran las hojas de ese mal, tiembla la tierra que yace alrededor.

El mal que crece en mi esta tan oculto y tiene raíces tan profundas, que cuando emerge, la tierra se arrastra hacia los lados, por temor a arder en el fuego del infierno.

Hoy las llamas eran tan grandes que por un segundo he visto como el mismísimo demonio se hacia dueño de mis actos. Era tan real la sangre en mis manos que por más que contase, la calma no llegaba.

Era tan penetrante el olor del azufre, que pensé que mi habitación en llamas ardía. Los ángeles se arrancan los ojos al mirarme, cuchillo en mano.

La venganza tiene un sabor tan dulce, produce tal placer y tal satisfacción que nada puede superar...excepto un acto llevado a cabo por la ira, que condena tu alma eternamente, pero que sin duda repetiría...

Hoy solo a sido fruto de mi mente. Mis manos están limpias, ni rastro de sangre las cubre, pero aun puedo oler el olor del azufre, y mañana....

Mañana nunca se sabe.

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