domingo, 11 de septiembre de 2011

Desangrame, mi amor....


Se recomienda a todas las personas afectadas de dolencias o problemas cardiacos y/o posean estómagos débiles, que las escenas que describe este relato pueden provocar paradas cardíacas o vómitos. La decisión es de usted.
La autora no se responsabilizará de las muertes causadas por reventones de corazón o asfixias a consecuencia de vómitos mal expulsados.
                                
                                                                !!!Gracias¡¡¡

El formol evitará tu grito y tus ojos se cerraron ante el abismo para abrirse con pasmoso temor ante la visión de mi rostro.

Diluyo 300mg de modafinilo y te lo inyecto mientras duermes. Para aquellos ignorantes de los efectos de este fármaco, comento que el modafinilo es un neuroestimulante con propiedades neuroprotectoras indicado para el tratamiento de somnolencia Excesiva Diurna asociada con Narcolepsia, la somnolencia Excesiva Diurna, asociada con Apnea Obstructiva del Sueño e incluso Desorden del sueño por cambio de turno laboral o shift work.

Es fácil de encontrar y se vende en farmacias sin receta. En los ensayos clínicos realizados el modafinilo mostró incrementar y mejorar el estado de vigilia. Comparado otros estimulantes del sistema nervioso central, el modafinilo produce unas 200 veces menos euforia. El sujeto estará en plenas facultades, sin posibilidad de caer inconsciente en ningún momento a causa del dolor generado.

Pasados 5 minutos, despiertas.
Te descubriras atado de pies y manos, inmóvil, consciente de la presencia de las cuchillas, el escalpelo y los alicates. Hilo y aguja coserán tu amor a la vida, mientras gritas improperios ante el miedo de sentirte preso.

Para que no muerdas, como preludio del dolor, una barra de acero rompe algunos de tus dientes.
Lágrimas se aculan en tus ojos, con miedo de asomarse más allá de donde se asoma tu ira.
Se que te encanta la fragilidad del cristal. Coleccionabas figurillas de cristal de  swarovski y nadie podía tocarlas.

Ayudada de los alicates, sostengo tu lengua y trazo una cruz sobre su superficie, ayudada de la mas afilada de tus figurillas, un cisne de 12 cm cuyo pico se alarga unos 4cm desde la base del cráneo al extremo del pico.
¿Duele? Cariño, no serás más esclavo que de tu propio cuerpo.

Ahora gritas. Sientes el sabor de la sangre en tu boca, tragas con agonía su coagulada textura. Y me deleito describiéndote poco como procederé. Si piensas que eso es dolor, de aquí a unas horas pensarás que ahora estás en el cielo respecto a lo que sentirás en breve.

Fuerzo y rompo tu ropa hasta que queda en el suelo. Desnudo ante... mi una vez más. Ya no gritas. Me contemplas con el odio asomado en tu rostro. Sabes lo que toca.

Destrozar tu oscura piel, coagulos infecciosos que se pudren en mis manos. De un tajo abro tira a tira los tendones de tus brazos, esos que ejercitas continuamente.

Y con mis propias uñas estiro la piel de tus párpados sin dilación, cosiéndolos a tus pobladas cejas. Si intentas cerrar los ojos, te rajaras. Si los mantienes abiertos verás como de nuevo cojo un atizador y lo arrimo al fuego hasta que el trozo de hierro se pone al rojo vivo.

Poco a poco lo undo en tu vientre,y tras entrar, sale por la espalda.
No hay sangre ya que al estar al rojo vivo, al mismo tiempo que desgarraba la carne iba cauterizando la herida, produciendo una dolorosa cicatrización. Pero tus tripas se desmenunzan un poco y algunas desafortunadas caen sobre el parque, como trozos de morcillas churrascados. Mientras gritas y gritas, y solo mi risa se confunde con tu voz.
Pero voy paso a paso, no intentes desmallarte, mi vida. No podrás.
Quiero que seas testigo de tu propia muerte. Con ella alcanzarás la redención.

Tus labios que un día besé quedan en una mueca de dolor retorcida, plagados de gritos, agónicos surgidos de lo más profundo de tu alma.

¿Ves como tu sangre salpica mi rostro? el fuego que corre en este instante por mis venas posee la pureza que da el poder. Poder de sentirte más viva que nunca ante la cercanía de la muerte, como si la parca y su afilada guadaña fuese una sombra que se esconde entre un publico inexistente.

Ahora hay que actuar rápido. Has de sentir el máximo dolor antes de que esta llegue. Saco el cuchillo. Sostengo tu miembro flácido entre mis manos como tantas otras veces lo hice en el pasado.

Cuanto placer ha generado y cuanto placer me va a generar ahora....
Primero arranco la piel desde el prepucio a la base. Gritas mirando como queda la piel de tu polla entre mis dedos.

Tras eso vuelvo a abrírtela, capa tras capa, dejando la uretra y todos los conductos al aire libre...Creía que tardaría más, pero es más pequeña de lo que recordaba.

Tu polla parece ahora el clítoris de una mujer con la regla descontrolada. Sangra abundantemente. La hemoglobina se mezcla con todo el ácido úrico.

Ahora arranco con ayuda de los alicates un par de costillas que asoman por el agujero hecho con el atizador.
No es muy grande aún, y es un trabajo complicado. No deja de movertee¡¡¡.

Por eso, lo dejo. Prefiero centrarme el tu rostro. Arranco unos trozos de labio, disecciono una oreja,
te obligo a tragar cristal...pero me aburro de nuevo.

Así que decido terminar con la labor. Con unos cuantos clavos, fijo tus al suelo.Y como si fueses un colchón hinchable, me pongo a dar saltos sobre tu esternón calzada con mis new rock.

En un par de minutos, eres una masa viscosa sobre el suelo. Toda yo estoy llena de sangre, de pies a cabeza.

Muerto.

Prendo fuego ha la habitación con ayuda de gasolina, y mientras ardo, contemplo los restos del amor que un día te profesé.







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