lunes, 30 de mayo de 2011

Capricho

Conocí el sabor de la amargura
pero mis dientes no fueron suficientemente fuertes para soportar
sangre que brotaba, roja cálida y caliente entre mis labios
dulce capricho saborear el dulzor de tu propia sabia.

Y por capricho, derrame en las sabanas, bajo la luz de la luna, con un cuchillo oxidado
todo el amor enterrado
bajo mi pecho incipiente, sin sonido latente
terror esmaltado de rojo y negro coagulado.

A los pies de la muerte soné
que mis dedos eran plumas, que dulcemente acariciaban
y mis labios no sangraban
rojo trucado en blanco
como un trueno rompiendo la noche
iluminando la realidad de mi estado
un cadáver muerto y enterrado

Mi cuello sigue marcado,
mi corazón murió encadenado
los caprichos son la locura
con los que sobrellevo esta amargura

Y entre brazos ajenos me hallo
más muerta que viva tendida
a veces sola y olvidada

Los besos que mi piel cubrieron esta noche
soñé que los tuyos eran

Moscas en mi cadáver
el sudor de la carne
labios ajenos besando
fuerte seguridad
Que se torno viscosa
al dejar de ser mentirosa

Y el amor que un día pudrió mi vientre
se quedo vació plenamente
y lleno de ira yacía
más la tierra la absorbió
dejandome de nuevo vacía

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